Washington. El ex jefe de campaña de Donald Trump, Paul Manafort, acordó este viernes cooperar en la investigación sobre la interferencia de Rusia en las elecciones de 2016 en Estados Unidos, encabezada por el fiscal especial Robert Mueller, situación a la que se había negado hasta ahora.

Manafort, ya condenado por actividades financieras fraudulentas antes de la campaña, llegó a un acuerdo con el equipo de Mueller, a quien Trump responsabiliza de una injusta caza de brujas. El ex asesor del presidente aceptó declararse culpable de un cargo de conspiración contra Estados Unidos y otro cargo de obstrucción a la justicia a cambio de cooperar, y evitar así otro jucio en su contra.

Esto no tiene nada que ver con el presidente o con su victoriosa campaña de 2016. No está para nada relacionado, expresó la secretaria de prensa, Sarah Sanders.

Manafort, quien trabajó para la campaña de Trump durante casi seis meses a mediados de 2016, ya fue declarado culpable de ocho cargos relacionados con fraude financiero en agosto, en un juicio del que aún espera sentencia.

Pero esos cargos, así como los dos incluidos en el acuerdo de culpabilidad de este viernes, no están vinculados a la campaña, aunque Mueller tiene autoridad para procesar cualquier delito que surja de su investigación.

Los cargos se relacionan con el trabajo de Manafort para el ex presidente ucraniano Viktor Yanukovich y su partido político pro Moscú entre 2005 y 2014. Manafort admitió este viernes que ocultó a las autoridades y al fisco sus actividades de asesoramiento a Yanukovich, y que trató de sobornar a testigos.

En la sala del tribunal, Manafort se limitó a responder con sí y no a las preguntas de procedimiento de la juez Amy Berman Jackson, quien enumeró las propiedades que se le iban a confiscar como una mansión con piscina, cancha de tenis y campo de golf en Long Island.

Si coopera plenamente, podría proporcionar información importante, dijo el legislador demócrata Adam Schiff, miembro de la comisión de Inteligencia de la Cámara baja, al señalar una importante victoria para Mueller.

Manafort estuvo involucrado o al tanto de acontecimientos clave en la campaña de Trump, incluida la reunión en la Trump Tower, donde el equipo pensó que estaban recibiendo información comprometedora sobre Hillary Clinton, añadió.

Esa reunión, que incluyó al hijo del mandatario, Donald Trump Jr., y a su yerno, Jared Kushner, con una abogada rusa, es ahora uno de los focos de la investigación de Mueller.

La decisión de Manafort de colaborar con el fiscal especial tiene lugar menos de un mes después de que el ex abogado de Trump, Michael Cohen, acordó con fiscales federales una declaración de culpabilidad en la que implicó al presidente en violaciones a las normas de financiamiento electoral.

En agosto pasado Trump elogió la valiente actitud de Manafort por no ceder a las presiones de los fiscales para lograr un trato judicial a su favor, a diferencia de Cohen.

Hubo especulaciones de que Manafort no cooperaría con Mueller con la esperanza de ser indultado por Trump. Tras el veredicto, el abogado de Trump, Rudy Giuliani, le dijo al New York Times que él y el presidente discutieron un posible indulto para Manafort.

En tanto, Jeff Bezos, fundador de Amazon y propietario del diario The Washington Post, criticó los constante ataques de Trump a la prensa. Durante una sesión de preguntas y respuestas en una cena organizada por el Economic Club de Washington, Bezos afirmó: Es peligroso demonizar a los medios... Es peligroso llamar escoria a los medios. Es peligroso decir que son los enemigos del pueblo. Indicó que tanto Trump como otras figuras públicas deberían saber que son objeto del escrutinio público y de los medios, algo que consideró saludable.