La magna exposición Teotihuacan: city of water, city of fire, que este sábado 6 será inaugurada en el Museo de Arte de Phoenix, Arizona, reúne más 200 vestigios arqueológicos entre los que destacan fragmentos de murales de la colección del Museo de Bellas Artes de San Francisco, con otros provenientes del complejo residencial prehispánico.

En 1986, el recinto californiano repatrió a México varias pinturas como parte de un acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH,) y elaboró un programa conjunto de conservación y divulgación.

Con la curaduría de Matthew H. Robb, la muestra incluye objetos monumentales y rituales de las pirámides del Sol y de la Luna y de la Serpiente Emplumada, obras de cerámica y esculturas en piedra halladas en las áreas habitacionales de esa urbe, donde vivían personas procedentes de varias partes de México.

La exposición es organizada por la Secretaría de Cultura federal y el INAH, así como los museos de Artes del Condado de Los Ángeles (LACMA, por sus siglas en inglés) y Young de San Francisco, donde se montó a finales de 2017.

La finalidad, informa el instituto, es examinar las semejanzas entre la vida urbana mesoamericana precolombina y la contemporánea. Se sabe por los objetos expuestos que la cotidianidad en Teotihuacán, como el desarrollo dela agricultura, tenía un estándar relativamente alto y con mejores oportunidades económicas y se relaciona con los mismos fenómenos de cualquier metrópoli de la actualidad.

Tesoros arqueológicos

El equipo arqueológico, dirigido por investigadores mexicanos y con apoyo de especialistas internacionales de la Escuela de la Evolución Humana y el Cambio Social de la Universidad Estatal de Arizona (ASU, por sus siglas en inglés) trabajó en esas tres estructuras teotihuacanas, donde desde los años 90 del siglo pasado han logrado descubrimientos significativos.

Al reunir objetos de varias excavaciones se ofrece una oportunidad única de aprender más sobre ese lugar trascendental en el paisaje histórico y cultural del continente americano. Durante la presentación, el museo trabajará en conjunto con la ASU para crear programas participativos para todas las edades, con la finalidad de aumentar la experiencia en torno a estos tesoros arqueológicos del patrimonio mundial, donde permanecerán hasta el 19 de enero de 2019.