a yuca, tubérculo que abunda en los platos de comida en Sudamérica, se convirtió en la solución para reducir el uso de plástico diario: investigadores colombianos desarrollaron y patentaron platos, bolsas y hasta guantes elaborados con este alimento.

Para muchos puede parecer descabellada la simple idea de que uno de los alimentos que forman parte del almuerzo pueda ser el material del que está fabricado el plato que lo contiene, pero eso es precisamente lo que lograron los investigadores.

Una patente que recientemente obtuvimos fue por un plato desechable hecho con harina de yuca, un material biodegradable, explicó Héctor Villada, de la Universidad del Cauca.

Villada agregó que este proyecto se desarrolla desde 2003, cuando se plantearon cómo mejorar el planeta al reducir el uso indiscriminado de poliestireno, un plástico derivado del petróleo que puede tardar hasta 500 años en descomponerse.

Y es que la problemática ya alcanzó dimensiones alarmantes. La Organización de las Naciones Unidas indicó que cada año se producen más de 400 millones de toneladas de plástico en el mundo y sólo 9 por ciento es reciclado.

Para el ambientalista Rafael Vergara se trata de una respuesta humana al gran problema que afronta el planeta. Cuando se creó el plástico nunca se imaginó la crisis a la que se iba a llegar. Lo que nos muestra la realidad es que el petróleo debe seguir en el fondo de la Tierra.

La autoridad que dio las patentes indicó que los platos cuentan con buenas propiedades mecánicas y térmicas y de manera adicional presentan un alto índice de biodegradación.

Los investigadores también recibieron una patente en la que se reconoce la creación de unos guantes hechos con el mismo tubérculo que son flexibles y resistentes.

Normalmente cuando se cosecha la yuca se pasa por un molino. El almidón de este alimento tiene la característica de ser elástico como un chicle y con ciertos procesos se pueden obtener guantes o bolsas, indicó Villada.

Sin embargo, hay un largo camino para que estos descubrimientos pasen de los laboratorios a las manos de la humanidad. Según Andrés Botero, gerente de la Cámara Colombiana del Plástico, si bien el sector está abierto a utilizar estos nuevos materiales, hace falta inversión del Estado para que el precio final sea competitivo en el mercado.

Y es que según Villada una bolsa plástica puede costar entre 20 y 50 pesos colombianos (de 13 a 32 centavos en México), pero una hecha con material biodegradable oscila en los 150 pesos colombianos (un peso mexicano).

Si bien Colombia ha desestimulado el uso de bolsas plásticas desde 2016 –al hacer que los consumidores paguen por ellas en tiendas y supermercados–, hace falta una apuesta a gran escala para que las de yuca lleguen a los establecimientos.

Dpa