El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no debe ser fábrica de funcionarios y políticos ricos, ni caja chica de campañas electorales, advirtió Germán Martínez al solicitar licencia al Senado para ocupar la dirección del organismo.

Desde el pleno, advirtió: Sé perfectamente a dónde voy. En favor de quiénes, y también contra quiénes (...) la salud, parte esencial de la seguridad social, no debe ser un privilegio, ni mercancía ni fuente de riquezas mal habidas de quienes sin compasión lucran con el dolor de miles de enfermos.

Quien a partir del primero de diciembre será el nuevo director del IMSS, abundó: dar protección social a los mexicanos implica valentía y compromiso, habrá sacrificios, incomprensiones, litigios, protestas, sinsabores, pero el IMSS ni es una ONG para prestar servicios de salud al margen de la ley ni fábrica de ricos donde se amañan funcionarios y políticos para vender medicinas y equipamientos, ni es un consorcio que pueda operar sin el respeto a los derechos humanos ni la caja chica para patrocinar campañas de ningún partido.

Martínez Cázares refirió que el IMSS es la suma de un esfuerzo obrero, una aportación empresarial y un imperativo estatal. Es cuidar el fruto del trabajo con las pensiones, o la ayuda a las mujeres y hombres con las guarderías, o el auxilio en los riesgos y accidentes de trabajo.

Solicitó a los legisladores apo-yarlo en su nueva labor, con la finalidad de emparejar los servicios de salud entre los mexicanos y pidió ayuda para curar estas heridas abiertas en la convivencia social. Una herida que sangra. Que quizá supura, pero que al final debemos suturar para que cicatrice.

Más de una veintena de senadores de todos los grupos parlamentarios (Morena, PRI, PRD, PES, PT, PVEM, MC y PAN) le desearon éxito en su nueva función, y le manifestaron su respaldo para mejorar los servicios que presta el instituto.

Por unanimidad se le otorgó la licencia que solicitó por tiem-po indefinido.