Apoyar el acceso de los jóvenes a una mejor educación siempre será positivo, pero no basta ofrecer becas para continuar los estudios o impulsar la capacitación para el trabajo, lo que se requiere es que se garantice un empleo digno a quienes se formen como aprendices, pero también a los miles de muchachos que tienen estudios y se encuentran en la calle, afirmaron especialistas del sistema educativo.

Con la firma del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, con el que se busca becar a 2.6 millones de jóvenes de 18 a 29 años para que continúen sus estudios de licenciatura con ayudas de 2 mil 400 pesos mensuales o que accedan como aprendices a empresas y talleres con 3 mil 600 pesos mensuales, seguro médico y certificación de sus saberes, se impulsa una propuesta interesante, innovadora que cambia la política que se venía aplicando a los jóvenes, aunque quedan preguntas sin responder, agregó Juan Manuel Rendón, profesor-investigador y ex director de la Benemérita Escuela Normal de Maestros.

No se trata, dijo, de rechazar su implementación ni tampoco de dar un cheque en blanco, pero es necesario conocer cuál es el compromiso del sector privado más allá de recibir a un joven como aprendiz, para que una vez capacitado acceda a una plaza en la empresa donde se formó. Además, se debe clarificar cuál será la relación entre el joven, el tutor laboral y la empresa.

En entrevista, César Navarro Gallegos, investigador del Instituto José María Luis Mora aseguró que se necesita un verdadero compromiso de los empresarios no sólo para formar mano de obra productiva, sino para generar fuentes de empleo que den posibilidades reales de futuro a millones de jóvenes.

Explicó que el sector empresarial debe asumir su responsabilidad en la generación de empleos dignos y estables. Si los jóvenes tienen opciones para acceder a un empleo en donde cuenten con las condiciones necesarias para su desarrollo, esto permitirá que puedan generar bases sólidas para su futuro.