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Yo también soy migrante

Nahila, primera iberoamericana en conquistar la Triple corona de las 200 millas
 
Periódico La Jornada
Sábado 15 de diciembre de 2018, p. a10

Cuando parece que ya no existe un nuevo reto para superar, la ultramaratonista Nahila Hernández sorprende de nuevo al ser la primera iberoamericana en conquistar la Triple corona de 200 millas en zonas montañosas de Estados Unidos. La competencia tuvo un aliciente especial, ya que contribuyó para recabar fondos en favor de albergues de jóvenes migrantes en Chiapas y Ciudad de México.

Yo también soy migrante, aunque afortunada de tener los permisos para cruzar fronteras para representar nuestro país. Lo que sufren esos chicos que intentan llegar a otros países es algo que no debería pasar ningún ser humano, la migración es un tema muy complejo, apuntó la cubano-mexicana que reside en Chile.

Con una inigualable trayectoria en competencias extremas, que incluyen los desiertos de Atacama y la Antártida, la ultramaratonista de 44 años de edad quiere enfocarse ahora en carreras que tengan un significado más emocional por lo que le buscó a la organización World Visión para trabajar en conjunto en apoyo a los migrantes.

La causa por la que acepté la carrera me ayudó a terminar la Triple corona de las 200 millas, sobre todo la segunda competencia, que fue muy difícil porque tuve muchos problemas físicos, pero estaba comprometida y tenía que seguir, aseguró la también empresaria.

Aunque Nahila presume de una amplia experiencia en ultramaratones, la Triple corona de 200 millas la llevó a enfrentarse a situaciones en las que pocas veces se ha encontrado. La prueba consiste en tres carreras, que en conjunto superan los mil kilómetros, y que debió recorrer en menos de dos meses, lo que pone a prueba su capacidad de recuperación.

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▲ La ultramaratonista afirma que México carece de un verdadero sistema deportivo que sea semillero para futuros atletas.Foto La Jornada

La experiencia comenzó en agosto cuando llegó a Washington para correr en los alrededores de la Montaña de Santa Helena, conocida como la zona del Bigfoot. El reglamento daba un tiempo límite de 112 horas para 320 kilómetros, pero Nahila lo culminó mucho antes pese a que fue cautelosa.

Tan sólo un mes después enfrentó la segunda etapa del desafío en la carrera de Tahoe, entre California y Neva. En ese punto, Nahila estuvo cerca de desertar, debido a que compitió con problemas respiratorios, casi no podía respirar; prácticamente fue una lucha por sobrevivir.

Fue hasta la última fase, en el desierto de Moab, Utah, cuando pudo disfrutar del reto que realizaba pese a que se quedó 12 horas sin agua. Demostré la determinación que tengo para seguir en cualquier circunstancia, encontrarte con esa fortaleza interna es una sensación muy rica, dijo con orgullo.

Una vez más Nahila es la primera latinoamericana en romper esquemas en una competencia internacional y aunque se siente satisfecha por sus logros, aceptó que le agradaría ver a más mexicanos imponiendo récords deportivos, por lo que espera que con el cambio de gobierno se fomente una verdadera cultura de educación física.