Iniciaron en los 80 el movimiento que permitió el cambio democrático cristalizado ahora por el voto masivo
Sábado 15 de diciembre de 2018, p. 12
Guadalajara, Jal., La Universidad de Guadalajara (UdeG) otorgó doctorados honoris causa a Ifigenia Martínez, Porfirio Muñoz Ledo y Cuauhtémoc Cárdenas, quienes coincidieron en que la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia pone fin a 30 años de régimen neoliberal.
Los pergaminos y medallas los entregó el rector Miguel Ángel Navarro en una ceremonia realizada en el paraninfo Enrique Díaz de León, que lució repleto de académicos y viejos militantes de la izquierda jalisciense.
Con el título honorífico, la UdeG rinde homenaje a los iniciadores del movimiento social y partidista que permitió, después de seis intentos desde 1988, el cambio pacífico cristalizara mediante el voto masivo ciudadano.
El abandono de la rectoría del Es-tado, al igual que la ausencia de una política fiscal suficientemente progresiva, entre otros factores de la globalización y el llamado neoliberalismo, han sido causa de un menor desarrollo económico en las pasadas décadas, lecciones que debemos aprender para superar los errores y continuar en la vía de un progreso no sólo económico,sino también social
, manifestó Ifigenia Martínez.
Juntos nos ha tocado desde la década de los 80 compartir una lucha política para reducir el carácter antidemocrático de nuestro sistema y reorientar la política económica como un reclamo para recuperar los principios nacio-nalistas y democráticos de nuestra historia, abandonados por el llamado neoliberalismo
, agregó.
En su turno, Porfirio Muñoz Ledo recordó que en 1972 escuchó el discurso del entonces presidente chileno Salvador Allende en el auditorio de la UdeG, que hoy lleva el nombre del emblemático mandatario sudamericano, uno de los “discursos más bellos que se han dirigido a la juventud.
(Allende) dijo, entre otras cosas, que el costo de luchar a contracorriente es alto, pero la recompensa de servir a la patria nos trascenderá, una frase rigurosa de la transición democrática que iniciamos en 1988
.
Tras una narración de la lucha política librada desde entonces, sostuvo: Qué bueno que aquí se han recordado nuestros mártires; no fue un movimiento limpio, más de 400 compañeros fueron asesinados generalmente en sus domicilios
.
Cuauhtémoc Cárdenas, a su vez, dedicó su discurso a la inaplazable necesidad de masificar una educación pública de calidad para los mexicanos. Pero la buena intención y las prioridades deberán reflejarse en los presupuestos; nunca como ahora la desigualdad social y económica crecientes aceleradamente durante las pasadas cuatro décadas que hoy flagelan a nuestra sociedad están presentes en el sistema escolar
, dijo.