Con el fin de completar los recursos para los programas de inversión, el gobierno federal propuso un techo de endeudamiento interno neto del sector público hasta de 504 mil 100 millones de pesos, lo que representa una reducción de 3.6 por ciento real respecto del monto aprobado para 2018, que fue de 503 mil 286 millones.

Aunque el polémico Ramo 23 –instrumento de política presupuestaria que permite atender las obligaciones del gobierno federal cuyas asignaciones de recursos no corresponden al gasto directo de las dependencias ni de las entidades– no desapareció del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación, sí vio un recorte de casi un tercio de lo presupuestado el año anterior.