Lunes 17 de diciembre de 2018, p. 10
El Frente Nacional de Químicos, que agrupa a profesionales egresados de la essa disciplina, muchos de ellos con posgrado, exige reconocimiento de sus agremiados del sector salud, además de que debe eliminarse el escalafón, previsto en el reglamento de las condiciones generales de trabajo de la Secretaría de Salud (Ssa), el cual da prioridad a la antigüedad laboral por encima de cualquier otro criterio.
Explicaron que las plazas del área médica se han asignado históricamente de una manera incomprensible
, porque una persona sin formación profesional ni títulos académicos puede ser jefe de laboratorio, mientras un auxiliar o técnico –con título y cédula– tiene la responsabilidad de manejar insumos, que los estudios clínicos se realicen de forma correcta y con alto control de calidad.
Explicaron que hace 50 años no existían químicos o, al menos, no con la preparación que ahora se exige y eso es posible con apoyo de la tecnología. Sin embargo, esa modernización no ha llegado a los mecanismos de contratación ni recategorizaciones, pues para tener acceso a las plazas hay que esperar 18 años, ya sea que el titular renuncie y toque el turno en la fila
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Los inconformes comentaron que el trabajo de los químicos en los laboratorios clínicos es fundamental para la obtención de los diagnósticos exactos de las enfermedades; en los hospitales federales, cada especialista realiza pruebas de 80 muestras de orina en promedio por turno en los servicios de nefrología.
En química sanguínea, estudio más frecuente, el trabajador tiene a su cargo 300 análisis diarios y en las especialidades, según la que se trate, pueden efectuar de 10 a 50, es decir, además del reconocimiento de la formación profesional se requiere una mayor cantidad de trabajadores, pero con reconocimiento a su preparación y capacidades.
Lo importante es sacar el trabajo en el menor tiempo posible, que los médicos tengan la información para atender a sus pacientes, por lo que no siempre podemos cumplir con la norma sobre control de calidad que establece que el personal debe descansar después de 15 muestras analizadas o 20 minutos continuos de trabajo
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