París. Los chalecos amarillos que protestan en Francia provocaron un caos en el transporte este martes, tras ocupar e incendiar algunas casetas de peaje. El gobierno francés inicia una carrera contrarreloj para implementar las medidas sociales prometidas por el presidente Emmanuel Macron para poner fin a la crisis.

El mandatario canceló su desplazamiento a Biarritz, en el sur del país, donde debía lanzar la presidencia de Francia del G-7. Su oficina informó que lo hizo para preparar la gran concertación nacional, destinada a calmar la tensión.

Este martes hubo una reunión de organizaciones privadas y públicas con ministros para organizar el debate público nacional que deseo finalizar y clarificar en sus reglas de aquí al miércoles, lo que imponía mi presencia en París, explicó Macron.

Las modalidades de este gran debate, previsto hasta el primero de marzo, todavía no están claras. Tiene que apoyarse en gran parte en los alcaldes y abordar cuatro grandes temas (transición ecológica, fiscalidad, organización del Estado y democracia ciudadana, donde se ha incluido el tema de la inmigración).

En tanto, el primer ministro, Edouard Philippe, abrió una semana decisiva detallando en una entrevista con el diario Les Echos las medidas anunciadas hace seis días por el presidente.

Entre ellas, un aumento de 100 euros mensuales para los trabajadores que ganen el salario mínimo, la desfiscalización de las horas extra o la exención de un aumento de impuestos para algunos jubilados.

Estas medidas tendrán un costo de 10 mil millones de euros para las arcas públicas y harán que el déficit alcance 3.2 por ciento del PIB para 2019, de acuerdo con las autoridades.

Para atenuar su impacto en el Tesoro, el gobierno decidió aplazar un año una reducción impositiva a las empresas que iba a aplicarse en 2019.

El mayor operador de carreteras de peaje, Vinci Autoroutes, dijo que hubo marchas en cerca de 40 puntos de su red y que varias intersecciones de autopistas resultaron muy dañadas.

Los conductores deben tener el máximo cuidado cuando se aproximen a las estaciones de peaje y en las rampas de acceso a las autopistas, debido a la presencia de numerosos peatones, afirmó Vinci en un comunicado.

Varias personas han muerto en accidentes en las carreteras durante los bloqueos de los chalecos amarillos en las últimas semanas, sobre todo en las rotondas bloqueadas por manifestantes.

Los chalecos amarillos (que reciben el nombre por las chaquetas fluorescentes que deben portar los conductores franceses en sus automóviles) han bloqueado carreteras y rotondas en toda Francia desde mediados de noviembre.

Las manifestaciones comenzaron por un incremento a los combustibles, pero crecieron hasta convertirse en un masivo movimiento contra las políticas económicas de Macron.

En los pasados cuatro sábados, los manifestantes han incendiado vehículos, saqueado tiendas y se han enfrentado a la policía en París y otras ciudades.