Viernes 21 de diciembre de 2018, p. 6
Mañana el pleno de la Cámara de Diputados se aprestará a debatir y votar las reformas constitucionales para crear la Guardia Nacional. En torno a esas disposiciones se generó la polémica y el diferendo fue tan marcado que la Comisión de Puntos Constitucionales debió trasladarse del sitio donde se celebraba por la presión de un colectivo llamado Seguridad sin Guerra.
Ayer, tras una tortuosa jornada para la comisión quedó plasmado en el texto del dictamen que el mando de la Guardia Nacional quedará a cargo de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, en lugar de la Secretaría de la Defensa Nacional, como estaba planteado originalmente. No obstante, toda la operación, operatividad y procedimientos serán de carácter militar, como se establece en el artículo 21.
A pesar de la oposición al texto, que desde la voz de Martha Tagle replicó la denuncia de militarización de la policía, las adiciones que presentó Morena trataron de aliviar la inconformidad. Así se subraya que la Guardia Nacional, durante los primeros cinco años, será estructurada con elementos militares.
Al controvertido artículo 89 de la Constitución se le adicionó que además del control que tendrá la Secretaría de Seguridad sobre las policías privadas, también los hará sobre la policía auxiliar y las áreas de desarrollo científico para la investigación tecnológica, conocidos como C-4 y C-5. En el artículo séptimo transitorio se incluyó el Consejo de Seguridad Interior, cuando éste tendría sentido si persistiera la Ley de Seguridad Interior, misma que la Suprema Corte de Justicia de la Nación invalidó.
Desde el inicio de los trabajos de la comisión, la oposición en el grupo de trabajo, integrada por PAN, Movimiento Ciudadano y PRI insistió en que antes de aprobarse el dictamen se citara a los secretarios de la Defensa Nacional y Marina, con el propósito de conocer sus observaciones sobre el tema. También se manifestó que el Partido Verde Ecologista se sumará a la defensa del dictamen porque hay urgencia de proteger a los mexicanos, quienes viven indefensos frente a la delincuencia organizada y común, que los afecta.
Con dureza, en una de sus acostumbradas y encendidas intervenciones, Arturo Escobar intervino sobre el respaldo del Parido Verde a Morena. No podemos patear el bote, yo he hablado con 20 gobernadores, y la seguridad pública está desahuciada. Esto tiene que ser tema de mayorías, no podemos permitir que se dilate. Ya no escuchemos discursos románticos y claro que se puede sacar el dictamen en un periodo extraordinario en el Senado
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En ese momento Alfredo Licona, integrante del colectivo Seguridad sin Guerra, quien ya había participado, días atrás, en una reunión convocada por la Comisión de Puntos Constitucionales, se acercó a la mampara donde aparecía anunciada la referida comisión y la fecha de reunión, y ahí escribió: ¡Aquí no se escucha! No a la M…(ilitarización), y colocó un pegote con el nombre de su colectivo, mientras gritaba: ¡Alfonso Durazo nos mintió!
Más tarde, en el salón Verde, donde terminó por celebrarse la reunión, la Comisión de Puntos Constitucionales terminó por darle trámite con la adición de diversos puntos al dictamen. Otra vez la diputada Tagle sostuvo: Es un golpe a las policías, esto es otro paso a la grave militarización
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