Exigen que el Campo Militar No. 1 sea conservado intacto

arta para Andrés Manuel, que votó por Rosario Ibarra y ahora es presidente: El Campo Militar No. 1 tiene una negra historia como cárcel clandestina y centro de tortura, lo aseguramos nosotros los familiares de los desaparecidos políticos del Comité ¡Eureka!. No ha pasado un solo día desde hace más de de cuatro décadas en que no lo hayamos denunciado. Testimonios de desaparecidos que logramos rescatar y de presos que fueron llevados ahí para ser torturados y las miles de fichas de la Dirección Federal de Seguridad en el Archivo General de la Nación donde consta la detención de nuestros familiares aún desaparecidos, lo confirman. Independientemente de lo que se tenga pensado hacer por el nuevo gobierno en cualquiera de los predios de esta zona militar, le pedimos al ciudadano Presidente que cumpla con la palabra que empeñó cuando dijo que la justicia sería impartida de forma correcta. Exigimos que el Campo Militar No. 1 donde se ha cometido el crimen terrible de la desaparición forzada de nuestros hijos y familiares y la de innumerables ciudadanos mexicanos sea conservado intacto en todos sus predios, en tanto no sepamos a ciencia cierta de los nuestros y mientras no se concluya cabalmente con las investigaciones de su desaparición. No podemos permitir que los rastros de este delito sean borrados. La destrucción y/o modificación de este lugar sería como si se volviera a desaparecer a nuestros seres queridos.

¡Hasta encontrarlos!

¡Vivos los llevaron! ¡Vivos los queremos!

Rosario Ibarra, Celia Piedra, Daniel Nájera, Concepción Ávila, Luz Pineda, Rosario, Claudia y Carlos Piedra Ibarra, Jorge Gálvez, Laura, Patricia y Armando Gaytán Saldivar, Inti Martínez, Florentino y Braulia Jaimes, Ulda Sollano, Andrés, Esminda y Leonel Nájera Hernández, Ofelia Maldonado, Silverio Villalba G., Itanduvi Villalba N., María Guadalupe Guzmán R., María Guadalupe Muñoz G., Irma Ávila, Octavio Márquez, Fernando Yáñez, Alma Gómez Caballero, Andrei Ornelas Armendariz, Nivia Ivonne Gómez E. y Eduardo Gómez C.

Pide a las autoridades esclarecimiento de un robo

El pasado 17 de diciembre del año en curso, alrededor del mediodía, se introdujeron delincuentes al domicilio de mi hijo, el doctor Ulises Alfonso Salinas Hernández, profesor de la UNAM, quien sufrió el robo de objetos personales y de diverso equipo propiedad de la UNAM; correspondiente a proyectos académicos apoyados por la Dirección General de Asuntos del Personal Académico.

Las características de este delito, cuyos detalles dejo para la investigación que demando, dan a entender que el móvil no fue sólo el robo, puesto que fundamentalmente se enfocaron en el equipo de cómputo, dejando una cantidad considerable de dinero de cheques del salario completo del mes de diciembre y ahorros del doctor Salinas, los cuales estuvieron a su alcance. Tal situación puede también leerse como un gesto de intimidación hacia mí y mi familia.

Fui director general de la Escuela Nacional Colegio de Ciencias y Humanidades del periodo 2014-2018, cuyas funciones concluyeron a inicios del mes de marzo de este año. Antes, durante y después del proceso de auscultación, para la designación del director general, he sido objeto de denostación y de un sistemático ataque por diversas personas promotoras de la actual dirección general del colegio. El clima de estabilidad que prevaleció durante mi gestión, actualmente se ha deteriorado profundamente afectando la vida académica y la convivencia comunitaria e institucional.

Espero que las acciones delincuenciales que aquí denuncio no sean parte de dicha descomposición y hayan sido orquestadas para continuar atacándome a mí y, ahora a mi familia. Por ello, demando encarecidamente a todas las autoridades competentes, universitarias y federales, la realización de una investigación a fondo y el esclarecimiento de estos hechos, así como las consecuencias legales que correspondan a los involucrados.

Jesús Salinas Herrera, profesor titular C de TC, Colegio de Ciencias y Humanidades, UNAM

Navidad interior

Quitemos la visión institucional que lo declara hijo único de Dios, porque ésa es una visión parcial y dogmatizada, y no entendida plenamente. Jesús es hijo de Dios, sí, pero igual que nosotros también lo somos. Nuestra única diferencia es que él despertó a la conciencia de serlo. La esencia de la enseñanza de maestro Jesús es mostrar el camino para lograr la conciencia crística: reconocerse uno con el gran soñador, hacedor de estrellas y pintor de amaneceres.

Quitemos el almidón de su ropa y bajémoslo del altar, para verlo y tocarlo como si estuviéramos junto a él, escuchando sus palabras, disfrutando su presencia y compartiendo el pan bajo la sombra de un frondoso encino, en una hermosa tarde de primavera. En vivo y en directo, sin editores ni censores, sin intérpretes ni intermediarios. Junto a ese gran ser, pleno de libertad y luminosa conciencia, que caminó por el planeta hace un poco más de dos mil años. Si algo queremos celebrar en esta navidad, celebremos el despertar de la conciencia que nos mostró el nacido en Belén. Celebremos nuestra posibilidad de amanecer a la vida plena de saberse hijos de Dios.

Que esta Navidad sea realmente una verdadera navidad, una navidad interior, una navidad de la conciencia.

Carlos Noriega Félix