A fin de impulsar cuatro nuevos programas prioritarios en educación, el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2019 plantea destinar 23 mil 400 millones de pesos para el Programa Universidades para el Bienestar Benito Juárez García (mil millones de pesos); el Programa Nacional de Reconstrucción (800 millones); Beca Universal para estudiantes de educación media superior Benito Juárez (17 mil 280 millones), y el Programa Jóvenes Construyendo el Futuro, en su enfoque de estudiantes de licenciatura (4 mil 320 millones).

En contraste, los criterios de la nueva política educativa del gobierno federal plantean desaparecer programas que fueron relevantes para el impulso al nuevo modelo educativo, aún vigente, entre ellos: el Programa de Inclusión Digital, que se suprime del proyecto presupuestal, mientras disminuyen de forma considerable el Programa de la Reforma Educativa al pasar de 2 mil 243 millones de pesos a 764.4 millones, una reducción de 65.9 por ciento.

También se reducen los fondos a otro eje prioritario en 2018, el Programa para el Desarrollo Profesional Docente, que pasa de mil 733 a 700.5 millones, con lo que se bajan sus recursos en 59.5 por ciento; con esa tendencia se mantiene el Programa de Fortalecimiento de la Calidad Educativa, que pasa de 2 mil 293 millones de pesos a mil 281 millones ( se reduce 44.1 por ciento).

Otros programas que se mantienen en el proyecto del PEF 2019, pero con menos recursos: el Programa Nacional de Inglés (que pasa de 826.8 millones de pesos a 400 millones); el Programa Nacional de Convivencia Escolar (de 273 millones a 231 millones), y la Evaluación de la Calidad de la Educación (de 191.2 millones a 168.9 millones).

De los 16 programas educativos destacados en el PEF 2018, el proyecto 2019 propone una reducción a nueve (adicionales a los cuatro de nueva creación), de los cuales sólo cuatro corresponden a los considerados prioritarios por la pasada administración: Servicios de educación media superior; Programa Nacional de Becas; Escuelas de Tiempo Completo, y Producción y distribución de libros y materiales educativos. Se incorporan a los programas presupuestarios con particular relevancia: Formación y Certificación para el Trabajo; Servicios de educación superior y posgrado; Desarrollo Cultural; Investigación científica y desarrollo tecnológico, y Programa de Cultura Física y ­Deporte.

Entre los nuevos criterios de la política educativa que se buscará implementar en este sexenio se enuncian como ejes centrales la focalización en la escuela y sus actores; impulsar un enfoque territorial del desarrollo educativo, lo que implica un cambio de fondo con el modelo educativo vigente, pues propone atender a las regiones de mayor rezago, que identifica en seis estados.

Se propone aplicar los programas presupuestarios de forma diferenciada por estado, municipio y región, a fin de alinear a perfiles, diagnósticos, necesidades y objetivos la entrega de los recursos públicos, pues también se deberá considerar el perfil dominante de los estudiantes de la escuela de lo que se trate en lo que respecta a población indígena, nivel socioeconómico y grupos en desventaja educativa.