Washington. El presidente de estados Unidos, Donald Trump, desató este martes una tormenta navideña en las redes sociales cuando le preguntó a una niña de 7 años si no era demasiado grande para creer en Santaclós, coronando una semana de desplome en las bolsas, una paralización parcial del gobierno y la poco ceremoniosa salida de su jefe de Defensa.

Twitter se encendió como un árbol de Navidad después de que Trump lanzó su comentario durante un acto festivo con su esposa, Melania, que atendía a niños que llamaban al rastreador de Santa del Mando Estadunidense de Defensa Aeroespacial (Norad).

El rastreador es una tradición navideña que deleita a los niños con actualizaciones en tiempo real en el viaje de Nochebuena de Santaclós.

En una de las llamadas, Trump preguntó a Collman Lloyd, de Lexington, Carolina del Sur, sobre su edad (siete años) y su progreso escolar, para rematar con la pregunta: ¿Sigues creyendo en Santaclós? Porque a los siete, no es habitual, ¿no?

En un abrir y cerrar de ojos, Twitter fue bombardeado con mensajes que criticaron al presidente porque sonó como si el mandatario estuviera sembrando dudas sobre una preciada fantasía de la infancia.

“Es increíble que Trump haya pasado su Nochebuena llamando a niños de siete años para decirles que creer en Santa a su edad es ‘poco habitual’”, tuiteó el senador demócrata Chris Murphy.

En realidad no hay cielo, tuiteó Dan Amira, escritor jefe del programa de comedia The Daily Show con Trevor Noah. Cuando mueres, simplemente te pudres en el suelo y te comen los gusanos. De acuerdo, Feliz Navidad, Timmy.

Trump hace muchas cosas mal, pero sugerir a una niña de 7 años que Santa no existe es probablemente lo mejor que ha hecho desde que está en el cargo, tuiteó un hombre identificado como Irtiza Sheikh.

The New York Times publicó que Trump está en lo correcto y agregó que numerosos estudios apuntan a que esta creencia en Santa es poco frecuente a los siete años.

La Casa Blanca evitó hacer comentarios sobre la respuesta en las redes sociales sobre el tema.

La familia de la niña publicó un video de la llamada en YouTube, para aclarar la situación, pues al principio todos los medios reportaban que se se trataba de un niño llamado Coleman.

En su segunda Navidad como presidente, Trump canceló su viaje a Mar-a-Lago por el cierre parcial del gobierno federal que se dio tras un impasse sobre el financiamiento del muro propuesto a lo largo de la frontera con México.

Atrapado en Washington, Trump mostró poca alegría festiva mientras habló con la prensa tras una videoconferencia de 20 minutos con las tropas estadunidenses desplegadas en el extranjero.

Trump dijo a reporteros en la Casa Blanca: No puedo decirles cuándo se abrirá el gobierno. Puedo decir que no estará abierto hasta que tengamos un muro, una cerca, o como quieran llamarla.

Reafirmó lo dicho el lunes en Twitter, acerca de que había aprobado un contrato para la construcción de un muro de unos 185 kilómetros de extensión en Texas; atacó a la reserva federal por elevar las tasas de interés; denostó a los demócratas que se niegan a financiar el muro y criticó la investigación sobre los vínculos de su campaña con Rusia, entre otros temas que trata regularmente.

Finalmente, el presidente expresó: Es una desgracia lo que está pasando en nuestro país. Pero aparte de eso, les deseo a todos una muy feliz Navidad.

El origen de la vigilancia del Norad en el Polo Norte

En este contexto, Santaclós finalizó su gira bajo la estrecha vigilancia del ejército estadunidense, que cada 24 de diciembre sigue sus desplazamientos por todo el planeta, tras entregar más de 7 mil 200 millones de regalos.

El Norad detectó en sus pantallas radar el lunes a las 11:01 señales de actividad en el Polo Norte.

Desde ahí, el seguimiento se hizo en tiempo real en la web (www.noradsanta.org) y la cuenta de Twitter (@NoradSanta) de Norad.

Este seguimiento –posible según el Norad por captores infrarrojos en la nariz de Rudolf, uno de los nueve renos que tiran del trineo– es una tradición en Estados Unidos, que comenzó por una errata.

En 1955, en plena guerra fría, una publicidad de la cadena de almacenes Sears pidió en un diario local de Colorado llamar por teléfono a Santaclós. Supuestamente, la línea directa con el famoso personaje, resultó en realidad la del teléfono rojo del Norad.

Desconcertado al encontrarse al otro lado de la línea con un joven que le preguntó si era Santaclós, el oficial de servicio ese día, el coronel Harry Shoup, le siguió el juego al muchacho para no decepcionarlo. Posteriormente dio instrucciones a sus hombres de informar sobre la localización de Santa y llamó incluso a una radio local para anunciar que había visto un objeto extraño en el cielo.

A partir de entonces, unos mil 500 voluntarios, a los que se sumaron de nuevo este año el presidente Trump y su esposa, Melania, prestan ayuda a los militares para responder a las llamadas telefónicas y correos de los niños que quieren seguir los pasos de Santaclós, ocasión en que Trump habló este martes con la niña.