Es una crónica, una crítica humorística, divertida
, señala en entrevista el autor y ex músico
Sábado 29 de diciembre de 2018, p. 6
Grandezas y miserias del rock mexicano: desde los precursores hasta vísperas de Avándaro es el título que comparten dos libros, uno verde y otro blanco, publicados por Federico Arana.
El primero contiene más de 40 capítulos, y el blanco, 53 apartados y 272 páginas. Ambos volúmenes mantienen la prosa directa e irónica, con dosis de humor, característica de Arana, y presente en el clásico Guaraches de ante azul: historia del roc mexicano, considerado indispensable por los estudiosos del controvertido rock hecho en México.
Arana tienen una lista de 30 libros publicados, que abre con Las jiras –premio Xavier Villaurrutia 1973, mi primer libro
–, e incluye Roqueros y folcloroides, Los cien más cachondos rocanroles de las lenguas españolas, Archipiélago Naftalina y El blues de los coyotes, entre los títulos más destacados.
“En realidad –aclara– todos mis libros tienen que ver algo con el rock. Por ejemplo, en El método experimental para principiantes, en el capítulo donde hablo de la importancia de la medida, cito el número de decibelios que provoca un grupo de rock, lo cual ocasiona la sordera de quienes hemos estado en ese trance.
Aclara: “Guaraches... pretende ser la Historia del rock mexicano, ciertamente concentrada, porque sabemos que es inabarcable. No me arrepiento de haberle puesto el subtítulo de ‘Historia del roc mexicano’, porque sí da cuenta de cosas principales. Por supuesto, no es la historia absoluta. Pero pude reconstruir parte de esa historia.”
El título Grandezas y miserias del rock mexicano anuncia el tema a tratar, sobre esto, el ex integrante de Los Sinners reflexiona: “No se es objetivo del todo. Reconozco que le echo demasiadas flores a personas que admiro mucho o que son mis cuates; aunque, hasta donde se puede procuro ser objetivo.
Es una crónica, una crítica humorística, divertida. El humor es difícil en el rock y en la literatura, en general. Para más o menos desarrollarlo hay que empezar por no tomarse muy en serio a uno mismo. Pero, sí, el rock mexicano necesita crítica.
Es conocido el estilo mordaz y frontal empleado por Arana en muchos de sus textos, con la que ha conseguido no que me agarren a patadas, pero sí comentarios mala leche; por ejemplo, han dicho, que soy envidioso, y no es el caso, porque yo sí conocí el éxito como rocanrolero y después he conocido cierto éxito entre la gente interesada en lo que hago. No soy de ese tipo de gente que ha sido muy popular y que después nadie pela, ¿no?
La bibliografía escrita por Federico aborda temáticas diversas. A pregunta directa sobre qué lo impulsa a escribir sobre rock, revela que el motivo es “la nostalgia. Y la nostalgia implica diversión. Siempre me he divertido mucho haciendo estas cosas. Guaraches... al principio me costó mucho trabajo, pero Grandezas... me llevó menos tiempo de escritura; lo difícil fue reunir el material. Estuve en chinga en Tepito, en La Lagunilla, en los tianguis de la Portales, Cuauhtémoc y en el del Chopo. Es imposible saber cuánto tiempo me llevó. Pero lo disfruté”.
La producción literaria y discográfica de Federico Arana circula regularmente en plataformas digitales y en el Tianguis del Chopo, principalmente.