Lunes 11 de febrero de 2019, p. 11
Ilusionado con la posibilidad de encontrar un buen empleo en el sector de la construcción, Roberto Estefan Mendoza Corpus, de 22 años, dejó Sayulita, Nayarit. A principios de año llegó a Fresnillo, Zacatecas, porque un amigo le habló de esa oportunidad laboral. Pero su destino sería otro.
El 19 de enero, junto con su amigo, fue víctima de desaparición en esa ciudad. Desde ese día, su madre, Adelina Corpus, lo busca incansablemente. Ella denunció que hace unos días las autoridades estatales le entregaron un cuerpo decapitado al que no pudo reconocer y los exámenes de ADN no fueron contundentes
, por lo que rechaza que se trate de su hijo. Le han exigido reconocerlo o de lo contrario el cuerpo será incinerado.
Detalló que hace unos días la llamaron para identificar un cuerpo decapitado, pero no pudo hacerlo debido a que su hijo tiene dos señas que no pudo reconocer en esas condiciones: una marca en el ombligo, que no se ve debido a que la necropsia abrió desde el cuello hasta el pubis; y un lunar en la planta del pie, que tampoco se percibe porque esa zona del cuerpo está ennegrecida por fuego.
Otra de sus sospechas es que los resultados de las pruebas de ADN se las entregaron 12 horas después de lo que marcan las normas.
Todo ha sido muy turbio. Me niegan la parte médica y el número de expediente de la investigación. Me pedían llevármelo rápido, no hacer preguntas y así cerrar el expediente. Incluso quieren relacionarlo con el narcotráfico local, pero mi hijo tenía apenas tres días de haber llegado a Fresnillo.
La mujer demandó a las autoridades verdad y justicia: No descansaré hasta que me entreguen pruebas contundentes
de que se trata de su hijo, entre ellas hallar la cabeza
.