Miércoles 27 de febrero de 2019, p. 19
En la construcción del Tren Interurbano México-Toluca, el gobierno del ex presidente Enrique Peña Nieto realizó pagos por obras que no cumplieron los objetivos del proyecto y de refacciones no suministradas, así como por la adquisición de predios fuera del derecho de vía, revela una auditoría del órgano de fiscalización del Congreso.
¿Hay problemas de costos? ¡Claro que los debe haber! Los proyectos nunca estuvieron completos. Siempre les faltó algo
, comentó Eduardo Ramírez, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, respecto de las observaciones que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) hizo a la obra en la revisión de la cuenta pública de 2017.
Ayer, el presidente Andrés Manuel López Obrador criticó el sobrecosto en esa obra.
Al referirse al anuncio del mandatario y de la titular de la Secretaría de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, sobre una investigación que se lleva a cabo a las constructoras del Tren Interurbano, Eduardo Ramírez expresó: Antes de echar la culpa a alguien, necesitamos revisar, pero requerimos darnos tiempo. El problema es que algunos funcionarios en sexenios pasados no permitían la crítica
.
Añadió que los sobrecostos en obra pública se deben en buena medida a que los proyectos se licitan sin plan previo y exhaustivo, y una vez que comienzan los trabajos las adecuaciones se resuelven sobre la marcha.
De acuerdo con la revisión de la cuenta pública de 2017, realizada por la ASF, en la obra se detectaron irregularidades en la ejecución y supervisión de obras y servicios por 745 millones 500 mil pesos, de los cuales se han recuperado apenas 25.4 millones.
Se revisaron 16 contratos, de los cuales tres están a cargo del Gobierno de Ciudad de México y 13 corresponden a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. De éstos, siete son de obra pública y seis de servicios relacionados con las mismas, explicó la ASF.
De 10 tipos de irregularidades que se encontraron sobre la obra, destaca que no se respetaron los criterios fijados para la integración de los conceptos no previstos en el catálogo original en los trabajos de suministro, traslado y montaje de banquetas. Además, no se acreditaron los rendimientos ni el costo de los materiales para el suministro y colocación de cable de media tensión. De igual forma, se observó una incorrecta autorización de una segunda planta para incrementar la fabricación de dovelas, aun cuando los atrasos en su ejecución fueron por causas imputables al contratista.
La obra consiste en la construcción de un sistema ferroviario con una longitud de 57.7 kilómetros, de los cuales 40.7 corresponden al estado de México y 17 a Ciudad de México, integrados por dos viaductos elevados con una longitud de 36.2 kilómetros y un bitúnel de 4.5 kilómetros de longitud y un diámetro de 8.5 metros cada uno.