Tres de los cinco penales federales mejor calificados en materia de respeto a las garantías fundamentales de los internos pertenecen al complejo Islas Marías, el cual será cerrado de manera definitiva luego de un decreto firmado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

De acuerdo con el Diagnóstico nacional de supervisión penitenciaria 2017, de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), los centros del archipiélago tienen un prometido mayor a 8.4 en una escala de cero a 10, lo que los coloca en las tres primeras posiciones en esa evaluación.

La CNDH evaluó a prácticamente la totalidad de centros penitenciarios del país (federales, estatales, municipales, militares y femeniles). Se estudió a los 20 Centros Federales de Readaptación Social (Ceferesos).

Los penales de Islas Marías son: Aserradero, que fue el mejor evaluado entre los Ceferesos con 8.66; aquí, la CNDH encontró fallas como la insuficiencia de personal de seguridad y custodia; Bugambilias tuvo una calificación de 8.47, presenta deficiencias en las condiciones materiales e higiene de instalaciones para alojar a las personas privadas de la libertad y en la atención a personas de la comunidad LGBTTTI; y Morelos con 8.41 y tiene deficientes condiciones materiales e higiene de instalaciones para alojar a las personas privadas de la libertad.

De acuerdo con el estudio, el Cefereso Laguna del Toro –el cuarto ubicado en Islas Marías– alcanzó una calificación de 7.27 puntos. Se encontraron carencias en la supervisión del funcionamiento del centro por parte del titular, deficientes condiciones materiales e higiene de instalaciones para alojar a las personas privadas de la libertad, insuficiencia de personal de seguridad y custodia, en la atención a adultos mayores, a discapacitados a personas LGBTTTI.

Para Maissa Hubert, coordinadora del Programa de Sistema Penitenciario y Reinserción Social de la organización Documenta (que trabaja por los derechos en el interior de las cárceles), consideró que no se puede estar contra el cierre de una cárcel, pero en Islas Marías se corre el riesgo de que los más de 400 internos que López Obrador dijo que serían reubicados en otros Ceferesos puedan verse impactados directamente en sus condiciones de vida y dignidad.

Lo anterior, dijo, debido a que en el complejo de las ínsulas ubicadas en el Pacífico mexicano es una excepción en el sistema penitenciario nacional, ya que los internos están bajo un esquema de semilibertad y pasarían a uno riguroso, más violento y de total reclusión.