La Fiscalía General de la República (FGR) rechazó atraer la investigación sobre la desaparición de 22 migrantes ocurrida el jueves pasado cuando viajaban en autobús a Reynosa, Tamaulipas, como solicitó la Fiscalía General de Justicia del Estado, informó el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo.

No obstante, dijo que diversas instituciones federales respaldan la investigación local y destacó la participación de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Policía Federal (PF).

En la conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador, al difundir imágenes del vehículo y de varios indocumentados, captadas en el puesto de seguridad militar La Coma –ubicado en el kilómetro 134 de la carretera Ciudad Victoria-Tamaulipas, el titular de la Sedena, general Luis Cresencio Sandoval, reveló que no encontraron documentos que acreditaran la nacionalidad de los viajeros, porque probablemente llevaban identificaciones falsas como mexicanos.

Apoyado en láminas, dio a conocer que el autobús de la línea Transpais, procedente de Tampico, número económico 9596, placas 417-HY-4, era conducido por José Ángel Rivera García y llegó al puesto de seguridad, sin custodia de patrulla alguna, con 44 pasajeros a las 11:14 horas.

Los propios viajeros, dijo, bajaron sus maletas, que fueron pasadas por rayos X y al regresar al autobús se observa que no iba acompañado por ninguna patrulla, ni en la parte de adelante ni en la de atrás.

Como parte del operativo de búsqueda, Durazo señaló que encontraron dos grupos de personas no vinculadas con los migrantes desaparecidos. Primero habló de 74 indocumentados de diversa nacionalidad y luego de un grupo integrado por otros 71, entre ellos varios niños, localizados por la PF.

Explicó que en coordinación con servicios de inteligencia de otros países verifican denuncias por desapariciones, pero aún no tienen información sobre cubanos en esas condiciones.

El general Sandoval agregó que al realizar patrullajes de reconocimiento en Altamira localizaron una casa con 34 centroamericanos privados de su libertad que pedían auxilio. En el lugar decomisaron armas largas, cargadores, cartuchos útiles, vehículos y un camión cisterna con 6 mil litros de hidrocarburo, lo que hace presumir que los presuntos delincuentes se dedicaban al robo de combustible.