Profesores y directores de prescolar y primaria aseguraron que en México no sólo la educación prescolar se sostiene por el esfuerzo de los maestros y padres de familia. Ocurre en prácticamente todos los niveles educativos ante un Estado que incumple con su responsabilidad de garantizar una infraestructura y equipamiento adecuados en las escuelas.

Al conocerse los resultados de la Evaluación de Condiciones Básicas para la Enseñanza y el Aprendizaje en Educación Prescolar, elaborada por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), donde se destaca que los centros escolares de este nivel educativo incumplen con las condiciones mínimas de infraestructura, equipamiento y material pedagógico en toda la República, afirmaron que sus condiciones precarias no son una novedad.

En entrevista por separado, Enrique Enríquez y Francisco Bravo, profesores con más de tres décadas de experiencia, señalaron que por años se han impartido clases en escuelas sin luz ni agua potable, con ventanas o puertas deterioradas o sin ellas, algunas incluso sin techo; muchos dimos clases en el campo, abajo de un árbol, pero lo que resulta grave es que tampoco se profundiza en el informe del INEE en las causas que han generado este abandono del sistema educativo.

Profesoras de ese nivel educativo afirmaron que no queremos que nos den datos que conocemos muy bien porque cada ciclo escolar se reportan a la Secretaría de Educación Pública (SEP) y durante el ciclo escolar se contestan decenas de cuestionarios, lo que se demanda es un cambio del sistema educativo y de sus prioridades, pero sólo podemos lograrlo si construimos un proyecto educativo distinto, donde no se vea a la escuela de prescolar como otra guardería, afirmó Guadalupe Segura, con 35 años de experiencia como docente y directora en jardines de niños.

Martha Flores, maestra con 15 años de experiencia docente en prescolar, aseguró que la mayoría de las escuelas de este nivel educativo no sólo carece de un área de juegos, como revela el INEE, no hay salón de espejos, arenero, espejo de agua ni instrumentos musicales, lo poco que tenemos en materiales y juegos es adquirido por el esfuerzo de padres y maestros. Si queremos tener niños que aprendan a leer y escribir en primaria, que tengan habilidades motoras y socioafectivas desarrolladas adecuadamente, necesitamos mucho más que mejorar la infraestructura de las escuelas.

En prescolar se enfrenta no sólo el deterioro de las instalaciones, aseguró Bravo, también la saturación de grupos, plantilla docente incompleta, escasa contratación de nuevos profesores pese a la creciente demanda y un incremento en las condiciones de vulnerabilidad para las educadoras, pues están expuestas a que por cualquier error que cometa o si un padre no está de acuerdo en algo, de inmediato se les sanciona, sin mayor investigación. Hay mucha presión, en particular, porque se atiende a niños muy pequeños, pero también es un nivel educativo que simplemente se abandonó.