Miércoles 20 de marzo de 2019, p. 25
Madrid. El presidente de la Generalitat de Cataluña, el independentista Quim Torra, se negó a retirar carteles y banderas independentistas que se colgaron en edificios públicos desde octubre de 2017, a raíz de la declaración unilateral de secesión, y de los procesos penales contra los dirigentes catalanes.
La Junta Electoral Central, en respuesta a un recurso presentado por la oposición, ordenó que se retiren en respeto a la neutralidad que debe prevalecer en las instituciones públicas.
Los lazos amarillos, las banderas esteladas (independentistas) los carteles y fotografías que hacen alusión a los presos y exiliados políticos
–los 12 dirigentes enjuiciados y los seis refugiados en otros países, entre ellos el ex presidente Carles Puigdemont– deben retirarse de los edificios públicos de la Generalitat, al menos hasta que pasen las elecciones españolas del 28 de abril.
Esos símbolos fueron colgados tras la fallida declaración de independencia del 27 de octubre de 2017, y de la detención a los líderes, encarcelados desde noviembre del año pasado.
El máximo órgano electoral en el Estado español advirtió que las banderas esteladas simbolizan las aspiraciones de parte de la sociedad catalana, pero no de toda. Y los lazos amarillos pueden ser utilizados por los partidos políticos, no por las autoridades públicas, que deben respetar la neutralidad durante los procesos electorales
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A pesar de la orden de la Junta Electoral, el mandatario catalán presentó primero un recurso –ya desestimado– y posteriormente se negó a acatar la orden hasta no tener un informe del Defensor del Pueblo catalán (Síndic de Greuges) sobre esta cuestión, lo que abre el camino a una nueva querella judicial en su contra, en este caso por un presunto delito de desobediencia, que acarrea una pena de inhabilitación para ejercer un cargo público.