Caracas. Venezuela volvió a sufrir este lunes un apagón que afecta a sus principales ciudades, incluida Caracas, casi 20 días después del masivo corte eléctrico que dejó también sin servicio de agua al país por una semana.

El gobierno del presidente Nicolás Maduro denunció que el apagón se debe a un nuevo ataque contra el sistema eléctrico nacional y aseguró que el servicio se restablece poco a poco.

Al menos 17 de 23 estados y Caracas resultaron afectados, de acuerdo con usuarios en las redes sociales que utilizaron la etiqueta #SinLuz o #Apagón para reportar los cortes de electricidad.

La luz se fue a las 13:20 (hora local) y afectó los semáforos, el Metro, la telefonía celular, Internet y los comercios en Caracas que rápidamente bajaron sus cortinas, constató la agencia Afp.

La zona financiera de esta capital y varias urbanizaciones, incluido el centro, donde se encuentra el palacio presidencial de Miraflores y varios ministerios, sufrieron cortes de luz, aunque el servicio ya fue restablecido en esa área.

La situación generó malestar y caos vial en grandes ciudades de la nación sudamericana, donde se suspendieron los servicios del Metro. Según usuarios de Twitter, algunos hospitales suspendieron la atención en Caracas.

En los estados de Barinas, Falcón, Lara, Mérida, Táchira y Zulia se reportaron fallas en el servicio eléctrico, así como en Anzoátegui, en el oriente. En los estados centrales de Aragua, Carabobo y Miranda el suministro fue intermitente.

La industria petrolera no reportó fallas. El apagón pasado interrumpió las exportaciones y dejó a las refinerías operando al mínimo.

Jorge Rodríguez, ministro de Comunicación, declaró que se trató de un ataque al centro de carga y transmisión del sistema eléctrico nacional, específicamente en la hidroeléctrica de Guri, que genera 80 por ciento de la electricidad.

Lo que nos costó cinco o seis días recuperar después de la vez pasada, hoy en pocas horas se ha resuelto, señaló el funcionario.

El funcionario vinculó el ataque al complot que denunció el pasado fin de semana en el que resultaron implicados Juan Guaidó, autoproclamado presidente encargado; Roberto Marrero –ya detenido–, mano derecha y jefe de despacho del líder opositor, y el dirigente opositor Leopoldo López, en prisión domiciliaria desde hace dos años.

Guaidó tuiteó que el régimen quema medicinas y comida, no puede ni mantener el servicio de electricidad, no hay agua y aún así habla de victoria.

Este apagón ocurre 18 días después de que un masivo corte paralizó al país durante una semana, que el gobierno de Maduro también atribuyó a ciberataques dirigidos por Estados Unidos con respaldo de la oposición venezolana.

En tanto, Mike Pompeo, jefe de la diplomacia de Estados Unidos, acusó a Rusia de agravar las tensiones en Venezuela con su presencia militar para apoyar al régimen de Maduro, y advirtió que Washington no se quedará de brazos cruzados.

Según Robert Palladino, vocero del Departamento de Estado, Pompeo también exhortó a Lavrov a cesar su conducta poco constructiva en este asunto.

La cancillería rusa dijo que Lavrov respondió a Pompeo que los intentos de Washington de organizar un golpe en Venezuela y las amenazas dirigidas contra su gobierno legítimo representan una violación a la Carta de las Naciones Unidas y una interferencia burda en los asuntos internos de una nación soberana, aunque no mencionó que aviones rusos llegaron a Caracas el fin de semana como parte de la cooperación militar que sostienen ambos aliados.

En este contexto, trascendió que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana desplegó el domingo pasado una batería de misiles antiaéreos S-300 en torno a Caracas, el escudo defensivo más avanzado en América Latina.

La secretaría general de la Organización de los Estados Americanos rechazó en un comunicado la reciente incursión militar rusa en Venezuela, en apoyo al gobierno ilegítimo de Maduro.