Domingo 7 de abril de 2019, p. 30
Los megaproyectos anunciados por el actual gobierno, como la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y el Corredor Transístmico, pueden ser bienvenidos e incluso necesarios, pero es indispensable que no sean elaborados con prisa, porque ello entraña el riesgo de que se viole la ley y haya importantes daños ecológicos, afirmó el presidente del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), Gustavo Alanís.
Todos los proyectos, obras y actividades que se quieran hacer son bienvenidas, además de necesarias, siempre y cuando se cuide el medio ambiente, se cumpla con la legislación en la materia y se respeten los derechos de las personas
, indicó el abogado en entrevista con La Jornada.
Al llamado o las invitaciones para todos esos proyectos no les debe ganar la prisa, como ya sucedió en Dos Bocas, donde desmontaron 220 hectáreas de selva y manglar sin autorización de impacto ambiental y de cambio de uso de suelo
, por lo cual la empresa responsable recibió una multa de más de 13 millones de pesos.
Además de cumplir cabalmente con el marco jurídico en materia de medio ambiente, señaló Alanís Ortega, debe respetarse el derecho a la consulta libre, previa, informada, culturalmente adecuada y de buena fe a los pueblos indígenas, como lo establece el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo.
De igual manera, es fundamental que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador respete las áreas naturales protegidas, conozca sus planes de manejo para saber qué se puede o no se puede hacer en ellas, y considere los programas municipales de desarrollo urbano de los sitios donde pretende instalar sus megaproyectos.
Está claro que tienen prisa y quieren hacer las cosas rápido, pero ese puede ser su peor enemigo, porque puede hacer que violen procedimientos. Hay que empezar a gatear antes de caminar, y ojalá que hayan aprendido la lección de lo que pasó en Dos Bocas
, subrayó.