Martes 9 de abril de 2019, p. 4
Un juez federal dictó auto de formal prisión en contra de María de los Ángeles Pineda Villa, por los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
La esposa del ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca, se encuentra encarcelada en un penal federal desde su captura en noviembre de 2014 en una casa de la alcaldía de Iztapalapa, tras la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
El pasado 11 de marzo, el Ministerio Público federal de la Fiscalía General de la República (FGR) aportó los elementos suficientes para que el juez determinara la formal prisión de Pineda Villa dentro de la causa penal 12/2017-ll; inconforme, presentó un amparo contra la resolución, misma que fue admitida a trámite el 4 de abril.
En abril de 2015, el juez tercero de distrito en materia de procesos penales federales en el estado de México ya había decretado la formal prisión por el delito de delincuencia organizada dentro de la causa penal 105/2014.
De acuerdo con las declaraciones de Sidronio Casarrubias Salgado, que forma parte del expediente por la desaparición de los normalistas, la señora Pineda Villa era la principal operadora del crimen organizado en Iguala.
Primero se le relacionó con el cártel de los Beltrán Leyva, ya que sus hermanos Mario y Alberto Pineda Villa se desempeñaban como operadores financieros de dicho grupo delictivo. Posteriormente se le vinculó con Guerreros Unidos, pues Iguala era uno de sus centros de operación. Sidronio Casarrubias aseguró en su declaración que el entonces alcalde José Luis Abarca les daba entre 2 y 3 millones de pesos de las arcas de Iguala; parte del dinero lo destinaban a pagar a los directores de las policías municipales de Taxco, Cocula, Buena Vista de Cuéllar, Tepecoacuilco, Huitzuco y Teloloapan, para mantener el control.
Por otra parte, en la declaración de Felipe Flores Velázquez, ex director de la policía municipal de Iguala, señala que por instrucciones de José Luis Abarca persiguió y atacó a los normalistas para impedir que llegaran a un acto de su esposa Pineda Villa.
Para ello utilizó un grupo de élite dentro de la policía llamado Los Bélicos, que se caracterizaba por la violencia que ejercía y siempre obedecían las órdenes del alcalde.