París. Los bomberos de París combatieron ayer a contrarreloj las llamas para tratar de salvar la emblemática catedral de Notre Dame del incendio que derribó la aguja y consiguieron ‘‘preservar” la estructura.

‘‘Podemos considerar que esa estructura está a salvo’’, informó el comandante de los bomberos de la Ciudad Luz, Jean-Claude Gallet.

‘‘El fuego afectó a dos tercios del techo, que se hundió, así como a la aguja. Actualmente se trata de preservar la parte trasera de la catedral, donde están situadas las obras más preciosas”, añadió. Un poco antes de la medianoche local el presidente francés, Emmanuel Macron, manifestó: ‘‘Se ha evitado lo peor, incluso si la batalla aún no se ha ganado por completo’’.

Era la noticia que toda la ciudad esperaba desde hacía horas, con el corazón en un puño.

‘‘El fuego bajó de intensidad”, evaluó el secretario de Estado del Interior Laurent Nuñez. Poco antes diría que no estaba seguro de que se pudiera ‘‘frenar la propagación de las llamas en la torre norte”.

Se desconoce el origen del si-niestro, que se declaró alrededor de las 18:50 horas en una zona del tejado que estaba siendo remodelada. Los bomberos consideraron que el incendio está ‘‘potencialmente ligado” a esas obras. Una investi-gación judicial por ‘‘destrucción involuntaria” fue abierta en Francia, tras la conflagración, informó la fiscalía. Las llamas se propagaron con rapidez y una enorme nube de humo visible a kilómetros envolvió el monumento más visitado de Europa en plena Semana Santa.

En poco más de una hora el fuego echó abajo la aguja de 93 metros de alto, provocando un grito de horror entre la muchedumbre en los puentes del Sena y en calles adyacentes.

Con su caída desaparece una parte de la historia de la Ciudad Luz. ‘‘París está desfigurada. La urbe nunca volverá a ser como antes’’, lamentaba Philippe, francés de unos 30 años.

‘‘Todo está siendo devorado por las llamas. No quedará nada de la estructura, que data del siglo XIX de un lado y del XIII del otro’’, difundió el portavoz de esa catedral gótica, André Finot.

Unos 400 bomberos se movilizaron con mangueras de agua y uno sufrió heridas considerables.

La alcaldía de París puso en marcha una operación para ‘‘salvar todas las obras de arte’’.

El vicealcalde, Emmanuel Gregoire, explicó a la emisora BFM que el recinto ha sufrido ‘‘un daño colosal” e informó que las cuadrillas de emergencia trataban de salvar las obras de arte y las reliquias históricas de la iglesia.

Una parte de la isla de la Cité, ba-rrio donde se ubica la catedral, fue evacuada. La policía pidió a la población que evitara el sector y ‘‘dejara paso a los vehículos de rescate’’.

El presidente Emmanuel Macron, quien tenía previsto dar un mensaje al país para anunciar medidas frente a la crisis de los chalecos amarillos, anuló su discurso para dirigirse al lugar del siniestro.

‘‘Emoción de toda una nación. Pensamientos para todos los católicos y para todos los franceses. Como todos nuestros compatriotas, estoy triste esta noche de que se queme esta parte de nosotros.’’

Las imágenes dieron la vuelta al mundo, difundidas en directo por las televisoras y las redes sociales.

Notre Dame, con unos 13 mi-llones de visitantes al año, es el monumento histórico más frecuentado de Europa y fue inmortalizado por Victor Hugo. Su arquitectura es reconocida por sus gárgolas y contrafuertes.

Por la noche, se anunció que de los tesoros que conserva el inmueble están a salvo la reliquia católica de la corona de espinas de Jesús y la túnica de san Luis.

‘‘Para responder a múltiples demandas’’, la Fundación del Pa-trimonio lanzará hoy una ‘‘colecta nacional” para la reconstrucción de Notre Dame. El magnate francés François-Henri Pinault y su padre anunciaron que donarán 100 millones de euros. ‘‘Esta tragedia golpeó a todos los franceses y a todos quienes están vinculados a los valores espirituales. Frente a un drama como éste, todo el mundo desea volver a dar vida a esta joya de nuestro patrimonio’’.

(Con información de Ap)