Jueves 2 de mayo de 2019, p. 5
Expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), con apoyo de investigadores estadunidenses, hallaron un ancla europea de la época de la Conquista, a 12 metros de profundidad en playas de Veracruz.
Mediante un comunicado, ese instituto informó que el hallazgo se inscribe en la primera temporada del Proyecto Arqueología Subacuática en la Villa Rica, iniciativa que comenzó en julio de 2018, cuya finalidad es localizar navíos que hace 499 años hundió Hernán Cortés en ese litoral.
‘‘El ancla está prácticamente cubierta por el sedimento marino, lo que ayuda a que, pese a tener casi cinco siglos en el lugar, ostenta un buen estado de conservación”, explicó Roberto Junco Sánchez, titular de la subdirección de Arqueología Subacuática del INAH.
Esa pieza de hierro mide 2.59 metros de largo en la caña y conserva no sólo los dos brazos –de 33 centímetros cada uno–, sino también su arganeo y parte de su cepo de madera, componente este último que permitió a los especialistas tomar muestras y realizar estudios de datación para conocer su temporalidad, y de arqueobotánica a fin de indagar su procedencia.
Madera del siglo XV
Un primer examen hecho en el espectrómetro de masas del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México, por un equipo a cargo de Corina Solís, fechó la madera, con una probabilidad de más de 95 por ciento de certeza, en un intervalo que va de 1417 a 1492. En paralelo, otra muestra se envió al laboratorio Beta Analytic, de Estados Unidos, y fue ubicada, con probabilidad idéntica, entre 1450 y 1530.
‘‘Sabiendo que el árbol de cuya madera se labró el cepo pertenece al siglo XV, hicimos otros análisis en el laboratorio de arqueobotánica de la subdirección de Laboratorios del INAH, los cuales mostraron que aquel árbol era un roble endémico de la cornisa cantábrica, al norte de España”, indicaron SusanaXelhuantzi y José Luis Alvarado, responsables de ese laboratorio.
Los especialistas continúan con el análisis de los datos recabados, a la par que generan la propuesta de una segunda temporada que sería en 2019. El ancla es sólo una de las más de 60 anomalías magnéticas localizadas en 10 kilómetros cuadrados explorados.