Madrid. El lado más sórdido del futbol volvió a mostrar la cara. Otra vez el escándalo de partidos amañados y apuestas que alcanzan a equipos de Primera, Segunda y Tercera División española. Una operación policiaca dio como resultado varios futbolistas detenidos por sospechas de arreglar partidos para apuestas en España.

La Policía Nacional dijo que lanzó la operación para arrestar a 11 personas en redadas en diferentes localidades en el país por participar en arreglo de partidos, lavado de dinero y participación en actividad delictiva.

Entre los detenidos hay jugadores de Primera División del futbol español, otros que jugaron previamente pero que ya están retirados, futbolistas activos de Segunda División y presidente y ejecutivos de clubes, señaló la policía.

Uno de los detenidos –según diarios españoles– es del Real Madrid y seleccionado de la Roja, Raúl Bravo, a quien se le señala como uno de los cabecillas de esta trama. También se menciona a Borja Fernández, jugador del Valladolid; Carlos Aranda, ex futbolista de varios equipos de Primera División; Íñigo López Montaña, del Deportivo de La Coruña, y Samuel Saiz Alonso, del Getafe.

Aunque la agencia noticiosa Europa Press dijo que había jugadores arrestados que militan, o lo hicieron en el pasado, para equipos en la Primera División, pero al parecer ninguno de los clubes grandes del país está involucrado.

Valladolid, también nombrado en la prensa española por presuntamente tener a uno de sus jugadores arrestados, emitió una declaración negando toda relación con el escándalo. El club pidió una investigación exhaustiva de los involucrados.

En una conferencia de prensa, el director de la Policía General, Francisco Pardo, no confirmó los reportes de que el partido entre Valencia y Valladolid era uno de los que están siendo investigados. Valencia ganó el partido 2-0 para asegurarse el último puesto para la Liga de Campeones en liga española.

El Valladolid, que preside desde septiembre pasado el ex futbolista brasileño Ronaldo Nazario, ha mostrado en una nota su disposición a colaborar en la lucha contra la corrupción, pero advirtiendo con acciones legales contra cualquier tipo de información que pueda llegar a menoscabar la imagen del club.

De la misma manera, el Valencia, se declaró entidad absolutamente ajena a este asunto y amenaza con medidas legales contra todo aquel que difunda cualquier rumor o noticia infundada que relacione al club che con este caso.

Fuentes de Liga confirmaron que presentaron una denuncia a raíz de las sospechas del Huesca-Nàstic del 27 de mayo de 2018, en el que hubo cotizaciones alarmantes. En esta temporada 2018-2019 se han realizado otras ocho denuncias relacionadas con supuestos amaños en el futbol por medio de las casas de apuestas. También señalan que la vigilancia se reforzó con un protocolo con la Policía Nacional firmado en marzo de 2017.

La policía dijo que su investigación, llamada Oikos, le permitió identificar al menos tres partidos en la Primera División, la Segunda y una más baja que se piensa fueron manipulados. El presunto arreglo en el partido de Segunda División involucró un aumento masivo en el número de apuestas sobre el resultado, 14 por ciento mayor que el promedio, afirmó la policía.

La Liga dijo haber informado a la policía de ocho supuestos casos de hechos relacionados con arreglo de partidos en categorías inferiores, no profesionales y amistosos internacionales. Esta operación policial viene a poner de manifiesto que los sistemas de protección de la integridad implantados por la Liga en aras a proteger la limpieza de todas las competiciones del futbol español han sido eficaces, agregó la liga española en su comunicado.

La policía explica que la organización, tras elegir los partidos, pactaba las apuestas y trataba de captar a algún miembro de la plantilla, preferiblemente uno de los capitanes.

Una vez aceptado el soborno, el pago se hace en dos fases antes y después del partido, según la policía, que señala que los responsables de la organización son los encargados de anticipar el dinero a los jugadores.