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Trump, una vez más // Chantajea con fase 2

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achete en mano, el salvaje de la Casa Blanca amenaza con aplicar la fase 2, mucho más dura, en contra de México si nuestro país no hace su trabajo en materia migratoria. Apenas han transcurrido seis días desde la firma del cacareado acuerdo entre ambas naciones ( ergo, es imposible medir resultados en un plazo tan corto), pero Donald Trump no desperdicia un minuto para chantajear a su socio y amigo del sur.

Dicho personaje asegura que México está obligado a hacerle el trabajo sucio en materia migratoria, cuando el problema es de Estados Unidos. A estas alturas, la mayoría de los migrantes provienen de Centroamérica y su objetivo no es instalarse en otras naciones, sino alcanzar el sueño americano. Y hasta donde se sabe, Trump no amenaza con imponer aranceles a El Salvador, Honduras y Guatemala si no frenan sus respectivos flujos.

Lo paradójico de todo esto es que los paisanos han dejado de ser el gran problema para Estados Unidos. De hecho, como lo documenta el Pew Research Center, la cantidad de inmigrantes mexicanos indocumentados en Estados Unidos disminuyó tanto en la última década que ya no son la mayoría de los que viven en el país ilegalmente, y representan (en 2017) menos de la mitad (47 por ciento) del total, con base en cifras del propio gobierno estadunidense.

De acuerdo con el citado centro de investigación, el número de mexicanos indocumentados disminuyó a menos de la mitad de la población inmigrante no autorizada en Estados Unidos por primera vez en una década. En cambio, en el mismo periodo (2007-2017) el número de centroamericanos indocumentados se incrementó 135 por ciento, y 160 por ciento los provenientes de India.

La información del Pew, de cuyo análisis se toman los siguientes pasajes, subraya que la cantidad de inmigrantes mexicanos indocumentados se redujo, aunque siguen siendo la mayoría de todos los inmigrantes no autorizados. Pero en 2017 su participación fue de 47 por ciento del total por primera vez desde el comienzo de una larga era de crecimiento de la inmigración ilegal hace medio siglo.

La cantidad de inmigrantes mexicanos indocumentados ha disminuido 2 millones desde su máximo de 6.9 millones en 2007, y en 2017 fue menor que en 2001. La cantidad de detenciones de mexicanos en la frontera de Estados Unidos también disminuyó en la década, tendencia que comenzó incluso antes. De hecho, las detenciones de no mexicanos superaron a las de mexicanos en los pasados tres años, según la estadística gubernamental.

La disminución de inmigrantes no autorizados provenientes de México y el aumento de personas de otras partes del mundo son señal de un cambio en la forma en la que ingresan a Estados Unidos. Una creciente proporción no cruza ilegalmente la frontera, probablemente llegan con visas legales y sobrepasan su fecha de salida autorizada. Esta práctica ha constituido la gran mayoría de llegadas de inmigrantes no autorizados desde 2010.

El número de inmigrantes indocumentados a Estados Unidos aumentó en el periodo 2007-2017, especialmente de dos regiones de nacimiento: Asia y Centroamérica. En el mismo lapso disminuyeron en otras: Sudamérica y las regiones combinadas de Europa y Canadá. La disminución fue estadísticamente significativa entre los europeos, pero no entre los canadienses.

Entre los 20 países de nacimiento con el mayor número de inmigrantes indocumentados a Estados Unidos se registraron (2007-2017) aumentos significativos en cinco: El Salvador, Guatemala, Honduras, Venezuela e India. Sin embargo, considerando el cambio con respecto al año anterior, Brasil fue la única nación cuyos inmigrantes no autorizados crecieron en una cantidad estadísticamente significativa de 2016 a 2017.

Pero la fijación de Trump es México. De siquiatra, pues.

Las rebanadas del pastel

La Comisión Permanente convocó al Senado a realizar un segundo periodo extraordinario de sesiones (18 al 21 de junio) para ratificar el T-MEC. Bien, pero sería prudente esperar a que venzan los 45 días (Ebrard dixit) para sopesar la conveniencia o no de dar el visto bueno.