Trabajadores sindicalizados del Gobierno de la Ciudad de México se manifestarán el 10 de julio durante el congreso ordinario de su organización, en el que se definirá la nueva dirigencia, para exigir que se desconozca la toma de nota que Juan Ayala Rivero registró de manera ilegal en 2017 ante las autoridades laborales, con la que pretende continuar en el cargo cuatro años más.

Asimismo, denunciaron que el todavía presidente del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México amenazó con llevar ese día a las instalaciones de la organización, ubicadas en la colonia Tabacalera, un grupo de choque con el propósito de impedir la instalación del congreso, así como el ingreso de los candidatos a dirigir dicha agrupación gremial.

Desde el fin de semana, grupos de trabajadores que se oponen a una segunda relección de Ayala Rivero realizan llamados a la base para que acudan al congreso convocado para el 10 de julio, con el propósito de garantizar que éste se efectúe y se anule la toma de nota que el líder sindical pretende hacer válida para continuar en el cargo de este 11 de julio al 10 de julio de 2023.

Necesitamos de su asistencia y su decisión para que se pueda desconocer y anular el acuerdo tomado por el 58 congreso, por medio del cual Juan Ayala pretende relegirse, lo cual es a todas luces ilegal, señala la convocatoria a los trabajadores a manifestarse.

Los inconformes señalaron que la intención de Juan Ayala es rendir protesta por un tercer periodo en el congreso que se realizará la próxima semana, con el argumento de que el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCA) declaró legal la toma de nota que se le otorgó dos años antes de concluir su gestión, lo que, manifestaron, viola los estatutos del sindicato.

Se trata de la toma de nota 160, la cual fue registrada el 15 de agosto de 2017, según el fallo firmado por el entonces presidente del TFCA, Luis Fernando de la Peña Gutiérrez, con el número de expediente RS 6/39.

Para dar validez a ese documento, Ayala Rivero debe rendir protesta, lo cual prevé hacer el 10 de julio y trata de convencer al consejo de delegados, instancia que elige al presidente del sindicato, de que sólo él puede proteger a la organización gremial ante la intención del gobierno de la ciudad de desaparecerla.

Los trabajadores inconformes señalaron que el aún dirigente tiene el apoyo de 14 de los 42 secretarios generales; sin embargo, afirmaron, la gran mayoría de la base está en contra de que se relija por tercera vez consecutiva, de allí que se movilizarán para impedirlo.