Las críticas que ha recibido la política migratoria de México y Estados Unidos por parte de organismos nacionales e internacionales como la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH), son una llamada de atención para solventar los pendientes y deudas que existen en materia de capacitación a elementos de la fuerza pública así como de trato a los migrantes, para prevenir violaciones a los derechos humanos, coincidieron los internacionalistas y Eduardo Rosales y Luis Antonio Huacuja.

Rosales, profesor e investigador de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán de la UNAM, expuso que desafortunadamente en nuestro país hay cambios abruptos, no políticas de Estado de largo plazo. Destacó que en lo que va de la presente administración ya hubo un giro importante en el tema migratorio, al pasar de puertas abiertas a la contención. Ello tras una llamada de atención y amenaza por parte de Washington.

En opinión de Rosales, con el despliegue de la Guardia Nacional, México se convirtió en una especie de Patrulla Fronteriza del vecino del norte. Además, advirtió que las autoridades están "totalmente rebasadas" por lo que existen "enormes retos de gestión”. Subrayó que la cancillería mexicana adoptó atribuciones que competen a la Secretaría de Gobernación luego de llegar a un acuerdo migratorio con Estados Unidos para frenar la amenaza del presidente Donald Trump de imponer aranceles a productos mexicanos.

Es en este contexto, dijo, el hecho de que organismos internacionales, como la CIDH, emitan observaciones de organismos internacionales y nacionales son un foco amarillo.

Consultado por separado, el internacionalista Luis Antonio Huacuja, de la UNAM, expuso que en un contexto electoral, el gobierno de Estados Unidos ha exigido fortalecer las fronteras. Ello coincidió con el viraje de la política migratoria mexicana la cual, dijo el especialista, privilegia el desarrollo.

Asimismo, expuso que era necesario atender el descuido de la frontera sur mexicana; condicionado, o no, por la exigencia estadunidense: había que poner el foco ahí. Explicó que esta medida no va aislada, pues a la par se impulsa el Plan de Desarrollo Integral para Centroamérica.

Además –añadió Huacuja– México logró que a regañadientes Washington aceptara el Plan de Desarrollo, pues al gobierno del presidente Donald Trump no le gusta la perspectiva mexicana de su enfoque en los derechos humanos. Sin embargo, reconoció que existe mucho trabajo por hacer para que los elementos de la Guardia Nacional entiendan de qué se trata el tema de los derechos humanos de los migrantes.