Sábado 27 de julio de 2019, p. 4
Para Sylvia Plachy (Budapest, 1943) el retrato representa un arte cautivador que permite desentrañar la esencia y el alma de una persona. ‘‘Se puede ver lo invisible y no sólo lo cercano o la superficie”.
La fotógrafa compartió anécdotas tras impartir recientemente Retratos: buscando conocer al otro, módulo inscrito en el Programa de Fotografía Documental que aloja el Centro de las Artes de San Agustín (CaSa) Etla, en Oaxaca. ‘‘Se deben considerar varios aspectos al tomar un retrato: uno es la luz, porque ésta puede cambiar la apariencia de la persona. Probar diferentes tipos de luces me permite sacar algo más auténtico. También es importante conocer algo acerca de la persona para tener una conexión. La composición es igual de significativa.
‘‘Los mejores retratos pasan en un instante por lo que un fotógrafo debe estar siempre atento con su instrumento de trabajo. Sin embargo, no está de más buscar lo inesperado, buscar un tipo de retrato auténtico.”
Plachy, ganadora de la becaGuggenheim, autora de cinco libros y cuyo trabajo documental ha sido difundido por prestigiadas revistas en el mundo, rememoró la creación de uno de los retratos icónicos de Basquiat.
‘‘Lo que me ayudó mucho es que él vivía muy cerca de donde yo trabajaba. Cuando llegué, la puerta estaba abierta y no había nadie. Llevaba una luz y de pronto, Basquiat bajó las escaleras sin camisa –porque estaba en su siesta–. Entonces me dijo: ‘Está bien, ya estoy aquí, qué quieres que haga’.
‘‘Como tenía una pintura la cual no estaba terminada, le dije que se parara frente a la obra. Él me preguntó si quería que se pusiera su camisa y le dije que no, que así estaba perfecto.
‘‘Algunas personas son muy fotogénicas y otras no, como es mi caso. Basquiat era extremadamente fotogénico. Ese día estaba relajado, fue muy generoso conmigo y se mostró tal cual era.”
Maravilloso, conocer en clase a los jóvenes
Sylvia Plachy también abordó el autorretrato; su pasión por impartir clases, así como algunas de sus aficiones. ‘‘Casi no tomo autorretratos, pero cuando lo hago capturo mi imagen reflejada en el espejo o las ventanas, principalmente los hago como de una sombra que se mueve entre el paisaje. ‘‘Una de las cosas más maravillosas de impartir clases es conocer jóvenes apasionados con la fotografía. La verdad es que dedico la mayor parte de mi tiempo libre a mirar fotos antiguas o a tomar nuevas para incluirlas en nuevos libros.”
Plachy trabajó 30 años en el semanario Village Voice; ha fotografiado a personajes del arte, la cultura y el espectáculo como Jean-Michel Basquiat y Andy Warhol.
Su obra es difundida en Europa, Japón, Estados Unidos y en México, donde recientemente impartió clases en el CaSa a petición de la fotógrafa Joan Liftin.