mudezde la dirigencia priísta actual
Sábado 27 de julio de 2019, p. 9
Morelia, Mich., Alejandro Moreno Cárdenas, candidato a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, manifestó que pretende acabar con el silencio de un partido que no levanta la voz como oposición. Hay una dirigencia muda que no critica
, expresó en su visita a la capital michoacana donde se reunió con simpatizantes priístas en el salón Cantabria.
El gobernador con licencia, conocido como Alito, reiteró que no es el candidato oficial, luego de rechazar que el presidente Andrés Manuel López Obrador tenga injerencia para que él gane la dirigencia nacional del partido tricolor.
Acompañado de su compañera de fórmula, Carolina Viggiano Austria, afirmó que ellos representan la base priísta en el país, y de ganar la dirigencia del PRI trabajarán para que sea un partido político combativo, de propuestas, que brinde confianza a la ciudadanía, ante un gobierno federal que ha perdido la brújula, un gobierno de ocurrencias
.
Sobre los comicios intermedios de 2021, Moreno Cárdenas manifestó que es sin duda un enorme reto; sin embargo, primero tendrán los priístas que fortalecerse dentro, después competir y ganar las elecciones de 2020 en los estados de Hidalgo y Coahuila.
El tricolor deberá unirse, ser más abierto en sus procesos internos y tomar fuerza desde la militancia para poder competir con calidad y ganar elecciones.
Militancia molesta
Por su parte, Ivonne Ortega Pacheco, candidata al mismo cargo partidista, se pronunció en favor de un PRI sin excesos ni compadrazgos, que reconozca a sus líderes territoriales, expuso en conferencia de prensa en el hotel Diana del Bosque de la ciudad de Morelia.
Acompañada por el aspirante a la Secretaría General del PRI, José Encarnación Alfaro Cázares, la ex gobernadora de Yucatán reconoció que tras recorrer los municipios de Hidalgo y Zitácuaro, encontró una militancia molesta y utilizada, no sólo de Michoacán, por lo que es necesario regresar al asambleísmo.
Sostuvo que la fórmula encabezada por Alejandro Moreno responde sólo al interés de una cúpula, cuya candidatura traicionó la confianza de los campechanos al no concluir su periodo como gobernador.