La mexicana Maxcom Telecomunicaciones pidió ayer la protección por bancarrota de la legislación estadunidense, en un intento por restaurar su deuda.

La compañía y su filial Maxcom USA solicitaron protección de los acreedores bajo el capítulo 11 del Código de Quiebras de Estados Unidos, por entre 100 y 500 millones de dólares en activos y pasivos.

Maxcom proporciona servicios de voz y datos a clientes residenciales, así como a pequeñas y medianas empresas en mercados que considera desatendidos por Telmex, unidad de América Móvil del multimillonario Carlos Slim.

Es una empresa de telecomunicaciones constituida en 1996 y que desde agosto de 2013 tiene como accionista mayoritario (44.69 por ciento) el fondo de inversión privado Capital Ventura, propiedad del ex director de IXE Enrique Castillo Sánchez Mejorada y del también banquero Javier Molinar Horcasitas, quienes pagaron 60 millones de dólares por la participación.

La firma dijo que la bancarrota anticipa un intercambio de deuda bajo el cual los tenedores de pagarés sénior, que vencen en 2020, recibirán nuevos papeles y efectivo.

Pactado, el cambio de bonos

Los tenedores de las dos terceras partes de las notas adicionales han acordado el canje, y los reclamos generales no garantizados y de capital no se verán afectados, señaló.

En un reporte enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), la firma de telecomunicaciones señaló que tiene la intención de buscar una pronta aprobación del plan preacordado que le permita salir del proceso lo antes posible.

Asimismo, aseguró que continuará operando de manera habitual e ininterrumpidamente. Además, que mantendrá las relaciones con sus clientes, proveedores y acreedores en general.

De acuerdo con el vicepresidente de finanzas de Maxcom, Erik González, la compañía ha trabajado bajo una situación extremadamente compleja y difícil durante los pasados cinco años, incluyendo la devaluación del peso respecto del dólar y cambios regulatorios en la industria que han impactado sus resultados.

En este sentido, las acciones puestas en marcha reducirán la deuda, fortalecerán su balance general y la colocarán en una situación más competitiva y sólida para atender a clientes. Asimismo, le devolverán un mayor retorno a sus acreedores y accionistas.

Las acciones de Maxcom cerraron la jornada con una pérdida de 16.66 por ciento.