Washington. Menos de un mes después de abandonar el Tratado de Eliminación de Misiles de Alcance Medio y Más Corto (INF), la carrera armamentista ya fue retomada: Estados Unidos anunció ayer haber realizado con éxito su primera prueba de misil convencional de medio alcance desde la guerra fría.

La prueba se realizó el domingo en la isla de San Nicolás a las 14:30 (hora local), frente a la costa de California, precisó el Pentágono en un comunicado.

El misil probado abandonó su rampa de lanzamiento terrestre y alcanzó con precisión su objetivo tras más de 500 kilómetros de vuelo.

El proyectil es una variante del misil de crucero de ataque Tomahawk, explicó un responsable del Departamento de Defensa.

Estados Unidos abandonó el 2 de agosto el tratado INF, firmado en 1987 por los entonces gobernantes estadunidense y soviético, Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov, para prohibir el uso de misiles de medio alcance (de 500 a 5 mil kilómetros), tanto convencionales como nucleares.

Washington justificó su decisión con el argumento de que Moscú llevaba años violando el tratado. La salida estadunidense abre la vía a una nueva carrera armamentista dirigida contra Rusia y China.

El INF permitió en los años 80 la eliminación de los misiles rusos SS20 y los estadunidenses Pershing, claves en la crisis de los euromisiles.

Durante su visita a Francia, el presidente ruso, Vladimir Putin, culpó a Estados Unidos del final del tratado. No es Moscú el que se ha retirado de manera unilateral, sostuvo ante la prensa con su homólogo francés, Emmanuel Macron.

La última versión del tratado START, que mantiene los arsenales nucleares de Estados Unidos y Rusia muy por debajo del nivel que alcanzaron durante la guerra fría termina en 2021.

En tanto, la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, calificó de absurdo el interés del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en adquirir Groenlandia por motivos estratégicos.

Agregó que se trata de una discusión absurda, y que el primer ministro Kim Kielsen por supuesto, ha dejado claro que Groenlandia no está a la venta. Ahí termina la conversación.