Charleston. El huracán Dorian, que remontó a categoría 3, rozó ayer por la mañana el litoral sureste de Estados Unidos y dejó a miles de personas sin electricidad.

En Charleston, Carolina del Sur, los vientos con rachas de 126 kilómetros por hora anunciaron la cercanía de la tormenta, así como la fuerte lluvia y algunas inundaciones en las zonas bajas de esta ciudad portuaria.

A las 11 de la mañana (hora local), el Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami, informó que Dorian soplaba vientos máximos sostenidos de 175 kilómetros por hora, y advirtió que la crecida de agua podría llegar a dos metros y medio.

El estado de Florida salió en gran medida ileso del paso de Dorian. Tuvimos suerte, afirmó el presidente Donald Trump.

Sin embargo, cuatro muertes relacionadas con el huracán fueron reportadas: tres en Florida y una en Carolina del Norte, todas de hombres que se preparaban para la tormenta.

En tanto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) enviará pronto 8 toneladas de víveres a Bahamas, donde unas 76 mil personas podrían necesitar ayuda, sobre todo comida, según el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

La cifra oficial de fallecidos ya subió a 30 personas, pero seguramente aumentará, anunciaron autoridades.

Trump habló por teléfono con el primer ministro de Bahamas, Hubert Minnis, y prometió la asistencia de su país, informó la Casa Blanca.