Buenos Aires. En una extraña declaración, el presidente Mauricio Macri sostuvo que estamos convencidos de que la elección (primarias del 11 de agosto) no sucedió y estamos con toda la energía para ir al balotaje (segunda vuelta), en referencia a los comicios del 27 de octubre. Habló así en Córdoba, en un contexto de incertidumbre que no cede y un paro nacional de los sindicatos de educadores, que se cumplió en todo el país este jueves, además de miles de manifestantes en las calles.

La declaración del mandatario sorprendió a propios y extraños en momentos en que finalizó el escrutinio general de las primarias para que los partidos eligieran a sus candidatos, y se constató que el opositor Frente de Todos ganó por 16 puntos, algo muy difícil de remontar, cuando la figura presidencial está en su nivel más bajo.

Macri acusó nuevamente a las elecciones de la crisis económica, que en realidad él mismo profundizó en cuestión de horas, cuando decidió castigar a los votantes que no lo favorecieron y devaluar el peso más de 30 por ciento, lo que terminó destapando la realidad de una crisis que se había logrado encubrir desde 2018.

Lamentablemente, las PASO (elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) generaron una disrupción económica y alteraron todo el proceso, señaló Macri, lo que provocó una reacción en cadena de los sectores políticos, que se resumen en que el presidente considera no democráticas las elecciones, si el que pierde es él, y además da a entender que el el resultado de estas votaciones fue lo que desató la crisis.

Además de esta negación de una realidad concreta, si bien reconoce la grave situación social, mencionó que está trabajando para el futuro de todos los argentinos y que todo lo que hace es para llevarles tranquilidad y estabilidad, y reiteró que reconoce que hay gente que no la está pasando bien, pero estamos cerca, estamos cerca, estamos cerca, atendiendo todas las necesidades, lo que provocó un estallido de indignación en diversos sectores, especialmente en las organizaciones sociales.

Los representantes de organizaciones sociales que instalaron, a pesar de las inclemencias del frío, carpas frente al Ministerio de Desarrollo Social, levantaron el acampado mientras esperan una respuesta del gobierno a la declaración de la emergencia social, que ahora ya es una exigencia de todos los sectores de la sociedad después de un comunicado conjunto de sindicalistas, empresarios, industriales y políticos encabezados por la alta jerarquía de la Iglesia católica, difundido el miércoles. Este jueves se unieron todos los organismos de derechos humanos.