Con fallas en altavoces –que no emitieron la alerta sísmica o lo hicieron de manera muy tenue– y evacuaciones de edificios, que en casos como las torres de oficinas sobre Paseo de la Reforma tardaron alrededor de 40 minutos, se realizó el megasimulacro en la Ciudad de México con la hipótesis de un sismo de magnitud 8.6 con epicentro en las costas de Oaxaca, y saldo de 26 lesionados, tres por esguinces y fractura y el resto por crisis nerviosas y desmayos.

El masivo ejercicio, en el que se estimó participaron cerca de 7 millones de personas en más de 22 mil 600 inmuebles, dio inicio a las 10 de la mañana, cuando los habitantes de la capital, desde distintos puntos, hicieron una pausa en sus actividades diarias y salieron de sus hogares u oficinas para resguardarse en un sitio seguro.

A 3 mil 256 empleados de la Torre Mayor les tomó 28 minutos desalojar los 55 niveles del edificio, 3 mil 800 trabajadores se replegaron en puntos de seguridad y 47 niños del área de guardería no participaron, informó Felipe Flores, director de operación del edificio.

Una persona se quedó en el baño y una trabajadora del área de limpieza sólo alcanzó a llegar al tercer piso, porque los mareos le impidieron continuar bajando.

En la Torre Bancomer, a los 4 mil empleados que participaron les tomó 40 minutos desalojar los 52 niveles con la hipótesis de una persona intoxicada por fuga de gas, aseguró Sergio Juárez, bombero de la empresa Promex que da servicio al corporativo.

Aunque se dijo que participaron todos los empleados, al inicio del simulacro se vio poca participación de los mismos.

Trabajadores de la construcción de la Torre Chapultepec, que será la más alta con 60 pisos, relataron que una de las dos escaleras es muy estrecha, ya que sólo caben dos personas y lo que más encontraron fue amontonamiento. Fueron 900 personas las que desalojaron la torre en 23 minutos.

En avenida Juárez, decenas de transeúntes se mantuvieron a la expectativa del macrosimulacro. En punto de las 10 horas, por los altavoces se emitió el mensaje: No se alarmen”, y enseguida se repitió alerta sísmica en tres ocasiones.

Afuera de hoteles y edificios públicos ubicados sobre la avenida, encargados de protección civil de los inmuebles pidieron a la gente ubicarse en la Alameda. Francisco Nolasco, director de la central México de una firma hotelera, puso en práctica el plan de emergencia del inmueble, que consistió en evacuar a huéspedes y clientes –en total 350 personas– en siete minutos.

Al término del ejercicio la gente, que mayoritariamente se mantuvo en silencio, algunos con ojos inundados en llanto, aplaudió y regresó a sus oficinas e instalaciones de manera ordenada.

Al mismo tiempo, 4 mil 132 personas fueron evacuadas de la Central de Abasto, donde por primera vez se replegó a compradores y visitantes dentro de las naves comerciales y mercados del lugar.

De acuerdo con el C5, alrededor de 4 por ciento de los 12 mil 354 altavoces no funcionaron y se recibieron 320 reportes en Locatel y el 911 de que el volumen no fue suficientemente alto.

En la esquina de las calles Nueva York y Kansas, en la colonia Nápoles, en Benito Juárez, las bocinas no emitieron la alerta sísmica.

Los cuerpos de emergencia de los gobiernos federal y local desplegaron 25 mil 683 elementos policiacos, cinco helicópteros, tres drones, 15 ambulancias, 40 motopatrullas, 2 mil 707 patrullas y un puesto de mando móvil.