Rosario Robles: dos hombres, un camino // La tragedia del Tec de Monterrey se fue al archivo // Nuestros lectores desean larga vida a La Jornada
Peña Nieto: del copete a la peluca // Viajar y disfrutar // Rosario denuncia saña
// CNTE, ¿la ganadora?
Trump contra inmigrantes // Voto latino
y reelección
Hacia una medición integral del bien-estar y del bien-ser (bien-ser-estar) total (objetivo y subjetivo)
Multinacionales digitales, sin control fiscal
Ely Guerra: Zion // LNG/SHT
dos años de los devastadores sismos ocurridos el 7 y el 19 de septiembre de 2017, la tragedia continúa viva para centenares de miles de damnificados en la Ciudad y el estado de México, Chiapas, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, Tlaxcala y Veracruz. En todas estas entidades persisten recordatorios del trance que la población debió encarar, la primera fecha en el sureste del país, y la segunda, como una dura coincidencia con el histórico terremoto de 1985, en la capital: de acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), 70 por ciento de los inmuebles dañados por los sismos referidos permanecen sin reconstruir.
La CNTE, vigilante en el Congreso
e ha dicho que quien controla la educación de un pueblo se apodera también de su futuro; entonces, para cualquier país la política educativa representa un valioso instrumento para perfilar su destino.
a reducción establecida en el Proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación 2020 es muy preocupante. Los recortes para universidades de los estados, instituciones tecnológicas públicas y, sobre todo, escuelas normales representan serios obstáculos para el cumplimiento del propósito de incluir en la educación superior a todas las personas que tienen derecho a ella y de fortalecer a las instituciones dedicadas a la formación de nuevos docentes.
80 años de su firma (23/8/39), el pacto Ribbentrop-Molotov (bit.ly/1kcYUP8), tratado de no-agresión entre Alemania nazi y la URSS sigue dividiendo Europa, haciendo ruido en la izquierda y sirviendo a Rusia como palanca de la política regional. Su infame apartado secreto delimitaba las zonas de influencia
y repartía Europa central. Tras la invasión conjunta de Polonia (1 y 17/9/39) −dividida en parte occidental incorporada a la Tercer Reich, central controlada por los nazis ( Generalgouvernement) y oriental incorporada a la URSS− Stalin anexó también partes de Rumania, Finlandia y los tres países bálticos. Así, no extraña la declaración conjunta de gobiernos de Estonia, Letonia, Lituania, Polonia y Rumania según la cual el pacto detonó la Segunda Guerra y condenó a la mitad del continente a décadas de miseria
(bit.ly/2lT16SY). Igualmente no extrañan intentos de la izquierda neoestalinista de defenderlo –fue el Occidente que al negarse a formar un bloque antifascista propuesto por Moscú la empujó a firmarlo
y “el pacto fue fruto del ‘genio geopolítico’ de Stalin y ayudó a ganar la guerra” (bit.ly/2lV7sBi, bit.ly/2kmFBcN)− contrastadas con críticas de izquierda más sensata que apuntan, igual que en la década de los 30, a la esterilidad del análisis geopolítico sin enfoque de clase, maquiavelismo del régimen burocrático estalinista, sus afanes colonialistas y desastrosos efectos para el movimiento comunista internacional (bit.ly/2m0LufW). Allí está también Rusia cuya progresiva rehabilitación del pacto oscila entre verlo como mal necesario
y gran logro de la diplomacia
.
or hoy la Guardia Nacional sólo se percibe como un neologismo vago, indeterminado, que se asemeja a otros sustantivos en la lengua diaria relacionada con instituciones de seguridad pública. No hemos podido lograr su comprensión, su interpretación concreta, redonda. Su participación en el desfile impresionó, pero nada aclaró. Ayudó a confundirla con el Ejército.
ejos estamos los practicantes de la antropología y otras disciplinas afines de sustraernos a los imperativos éticos que como ciudadanos y científicos sociales nos determinan en un mundo que no avanza en la solución de los problemas seculares que asolan a la mayoría de los seres humanos. Por el contrario, la mundialización capitalista, militarizada y necropolítica, ha agravado a tal grado las condiciones de la vida en el planeta, que muchos analistas consideran que estamos al borde de un colapso civilizatorio
que pone en riesgo la existencia misma de la especie humana. Esto es, vivimos una crisis integral, multidimensional, cuya duración, profundidad y alcances telúricos, el tiempo y la ciencia misma se encargarán de demostrar si es de mayor envergadura que las precedentes. A partir de ser conscientes –desde las clases subalternas– de este horizonte de colapso, la pregunta que hacemos los antropólogos es: ¿cómo enfrentar, con responsabilidad y coherencia éticas, los retos de una ciencia social comprometida con los desposeídos, la democracia participativa, la autodeterminación de pueblos y naciones dominados, las luchas contra el imperialismo, la explotación capitalista y contra toda forma de patriarcalismo, racismo y discriminación?
Beirut
xiste una extraordinaria ironía en el destino de Netanyahu y el de Irán. El primero ha sido el capitán del Titanic, como lo llamó hace un par de días un académico israelí. El segundo –que se puede decir es mejor capitán– encabeza un par de buques tanque que salen y entran al Mediterráneo y al Golfo.
l espacio que habitamos se juzga por sus dimensiones: si es pequeño se llama ‘‘cuchitril”, si lo ocupa un religioso ‘‘celda”, si es lujoso ‘‘mansión”, si lo comparte una familia obrera ‘‘vivienda”, si es campestre ‘‘cabaña”, si es indígena ‘‘jacal”, si se levanta en la costa ‘‘palapa”, ‘‘choza”. Hablamos de ‘‘nido de amor” en contraste con ‘‘lupanar”, la ‘‘casa que arde de noche” como la llamó Ricardo Garibay o la ‘‘casa de citas” en la que unas gritan, otros lloran y nadie duerme.
yotzinapa, de nuevo en la opinión pública. Los intentos por borrar el tema de los desaparecidos no han tenido éxito. Día a día su presencia se agiganta. La crueldad y salvajadas perpetradas contra 43 normalistas no tienen parangón. Más allá de las investigaciones que realiza la nueva administración, comandadas por don Alejandro Encinas, surge la pregunta: ¿cómo elaborar este drama terrorífico?