Hacia una medición integral del bien-estar y del bien-ser (bien-ser-estar) total (objetivo y subjetivo)
na vez que la crítica a la medición monetaria de los fenómenos sociales (la solución monetaria, SM), enunciada (sobre todo) como crítica a los indicadores de cuentas nacionales (PIB y similares), mostró la inadecuación de la SM para medir el desarrollo y el bienestar (BE), una tarea central para las ciencias del ser humano (no sólo para las sociales) es la de desarrollar un sistema alternativo integral (SAI) que permita valorar adecuadamente el bienserestar (BSE) de la humanidad. Podemos denominar esta tarea, por tanto, como SAIBSE. He acuñado el neologismo BSE para hacer explícita la necesaria doble mirada de la condición humana: la mirada del ser como una dimensión estructural de la persona (cómo somos) y la del estar como una dimensión coyuntural (cómo estamos). La necesidad de hacer explícita esta dualidad está contenida en el término en inglés well-being, que solemos traducir parcial y erróneamente como bienestar (BE), omitiendo la dimensión del ser. Además, debemos aspirar a unificar la dimensión subjetiva y objetiva del BSE, alcanzando el BSE total: BSET. Al añadir esta dimensión, la tarea planteada se identifica como SAIBSET, cuyo propósito es cognitivo-transformativo: busca desarrollar e integrar un cuerpo de conocimientos que serían arma de transformación para alcanzar formas sociales favorables no sólo para la vida buena y plena de todas las personas (el bien-estar), sino también para el desarrollo individual, el bien-ser: el ser humano pleno que ha desarrollado ampliamente sus necesidades (N) y capacidades (C) (incluyendo en C las virtudes y fortalezas de carácter, identificadas por Peterson y Seligman). Seligman ha señalado que en el BE deben incluirse no sólo la emoción positiva (felicidad o satisfacción con la vida), sino también el sentido de la vida, el involucramiento, las relaciones positivas y los logros. En el bien-ser la norma a alcanzar es un ser humano rico o floreciente (Marx, Márkus, Nussbaum, Boltvinik, otros), productivo (Fromm), autorrealizador (Maslow), virtuoso y de buen carácter (Aristóteles, Peterson-Seligman). El SAI conjunta el BE con el bien-ser: el bienserestar (BSE).
Mi enfoque de florecimiento humano (EFH; desarrollado en mi tesis doctoral, disponible en www.julioboltvinik.org ) tiene dos importantes limitaciones: 1) no está operacionalizado; 2) fue escrito sin conocer el vigoroso desarrollo de varias escuelas de sicología (y de economía) que se han acercado en los últimos decenios empíricamente al bienestar subjetivo (BES) pero también (aunque en menor medida) al bienserestar subjetivo (BSES) y al bienserestar total (BSET) y han desarrollado conceptos y métodos de investigación-medición importantes, como el registro en línea de la experiencia vivida (Csikszentmihalyi). Los logros de mi EFH los abordaré en la próxima entrega. El fuerte surgimiento y auge de la corriente del bienserestar subjetivo (BSES) hizo explícito que, salvo los utilitaristas, que fingen concebir y estudiar la utilidad (asimilable a BES), pero que (con la excepción de la Escuela de Leyden que mide la utilidad con procedimientos muy diferentes a los usados por las corrientes del BES) no intentan medirla, y en realidad se quedan en el ámbito de la SM, la mayoría de quienes estudian pobreza, desigualdad y desarrollo sin utilizar la SM, lo hacen con el enfoque de la opulencia (EO), cercano, pero no igual a la SM, o bien con el enfoque de satisfacción de necesidades (ESN). En ambos casos asumen un concepto de bienestar objetivo (BEO) que rara vez explicitan. Quienes miden el desarrollo con el PIB per cápita, no sostienen que su crecimiento es deseable porque aumenta el bienestar objetivo (BEO), sino porque la opulencia es deseable en sí misma. Quienes medimos la pobreza o la marginación con índices multidimensionales rara vez hacemos explícito que estamos midiendo el BEO (o su muy bajo nivel, pobreza o malestar objetivo). El ingreso o el gasto que se adoptan en la SM para medir la situación del hogar/persona en relación con la línea de pobreza, no busca medir la satisfacción fáctica de N, sino s u satisfacción potencial, no se mide así el BEO fáctico, sino el potencial (capacidad, dado su ingreso, para satisfacer sus N). En cambio, las mediciones de pobreza por necesidades básicas insatisfechas (NBI) miden la satisfacción efectiva de N y, por tanto, el BEO fáctico. Al estudiar la desigual satisfacción de N, lo hacemos fragmentariamente: desigualdad educativa, de acceso a la salud, de la vivienda, etcétera, y el concepto de BE suele quedar oculto.
El auge de los estudios de felicidad o satisfacción en la vida marcó claramente dos campos: el BES y el BEO. Originalmente, el BES fue simplemente el bienestar autorreportado por los individuos, Biare (qué tan satisfechos con su vida, o qué tan felices, se consideran los individuos). Seligman, Peterson, Huppert y So, ampliaron su concepto de felicidad hacia el BE multidimensional (BEM) o ‘florecimiento’, que incluye cinco elementos mensurables, y señalaron que, de las cinco dimensiones del BEM, cuatro (sólo queda fuera emoción positiva) tienen componentes subjetivos y objetivos, porque “ uno puede creer que tiene buenas relaciones y alto grado de logro (dos de los cinco elementos) y estar equivocado y engañado”. Por eso Seligman concluye que “el BE no puede existir sólo en nuestra mente: el BE es una combinación de sentirse bien y tener realmente sentido en la vida, buenas relaciones, involucramiento y logros. Integran el BES y el BEO, en lo que se puede llamar el bienestar objetivo-subjetivo, BEOS. Además, introducen la dimensión del ser: Seligman señala que las 24 fortalezas de carácter son el soporte de los cinco elementos del BE. Así, Seligman y sus seguidores apuntan hacia un BSE subjetivo y objetivo, a lo que llamo bienserestar total (BSET). En la próxima entrega ubicaré la obra de otros autores y de mis dos principales desarrollos, el EFH y el MMIP (Método de Medición Integrada de la Pobreza) en el SAIBSET.
¡Larga vida a La Jornada sin la cual la realidad del país sería insoportable!
A mis lectores: sigo siendo miembrodel consejo directivo de El TrimestreEconómico. La carta de Paco Ignacio Taibo II despidiéndome (5 de septiembre), filtradaen un tuit de Jonathan Heath, la invalidóel director del Fondo de Cultura Económica una vez que se me concedió el derecho de audiencia (11 de septiembre) y se aclaró el asunto.