Deudos demandan justicia y critican a inmobiliarias
Viernes 20 de septiembre de 2019, p. 37
Ni perdón ni olvido
fue la consigna de los padres de los niños que murieron atrapados tras colapsar dos de los edificios del colegio Enrique Rébsamen a consecuencia del sismo del 19 de septiembre de 2017; mientras, en el multifamiliar Tlalpan, el cura Miguel Concha Malo ofició una misa en la que lamento que haya empresas que lejos de entender la situación de los afectados, han subido costos y aplazado la entrega de los edificios en reconstrucción, pues sólo piensan hacer negocio.
A dos años del terremoto de 2017, las ruinas del plantel educativo privado, donde quedaron sepultadas 26 personas –19 niños y siete adultos–, siguen.
Alejandro Jurado, padre de Paola, una de las pequeñas fallecidas, señaló: Seguimos buscando justicia, porque ésta no se ruega, se exige
.
Y es que para los padres la detención de la directora del colegio, Mónica García Villegas, no es suficiente, porque, dijeron, hubo varias autoridades involucradas y pidieron la comparecencia de los ex directores de Protección Civil y de Jurídico y Gobierno de Tlalpan, así como personal del Instituto de Verificación Administrativa, que debían garantizar que el colegio tuviera programa de protección civil.
Ayer, algunos padres se dieron cita en la calle Rancho Tamboreo para recordar a sus pequeños con una ceremonia religiosa y lanzaron 26 globos blancos en recuerdo de cada una de las personas fallecidas.
De manera simultánea, y en medio de los trabajos de reconstrucción del edificio 1C del multifamiliar Tlalpan, donde murieron nueve personas, el sacerdote Concha Malo destacó la unidad y solidaridad de los damnificados para que sus viviendas sean reconstruidas con buenos cimientos no sólo materiales, sino también morales y espirituales.
Ante integrantes del colectivo Damnificados Unidos, resaltó su lucha organizada porque las autoridades garanticen su derecho a una vivienda digna y su participación activa en la reconstrucción de la Ciudad de México.
El también presidente del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, manifestó que así como hay políticos que sólo miran para su santo
, también los hay quienes sí ven por la comunidad y hay que agradecerlo, aunque, dijo, hay que pedirle a Dios porque otros lo hagan
también.
Tras la misa, los miembros de Damnificados Unidos bloquearon casi una hora la calzada de Tlalpan, a la altura de avenida Del Taller, donde guardaron un minuto de silencio por las víctimas del sismo de 2017, y advirtieron que pondrán de cabeza a esta ciudad
si antes del 30 de septiembre el gobierno de la ciudad no les da una solución definitiva para recuperar sus viviendas.
Dijeron que en estos dos años de lucha por una reconstrucción con recursos públicos, se han enfrentado a la voracidad del capital inmobiliario, que tiene secuestrada la reconstrucción
y a la corrupción de funcionarios de la anterior y la actual administración que toleraron que las constructoras ejerzan recursos sin justificarlos.