Ya no se trata de saber si pasará, sino cuándo
Martes 24 de septiembre de 2019, p. 23
Mónaco. El futuro de las regiones costeras y sus millones de habitantes dependen de la masa de hielo que cubre la Antártida Occidental y que hará subir el nivel de los océanos en al menos tres metros.
Para los científicos la cuestión ya no es saber si esto ocurrirá, sino cuándo
.
A pocos días de la publicación de un informe de los expertos de la Organización de las Naciones Unidas sobre los océanos y las zonas heladas, Anders Levermann, experto de la Antártida en el Potsdam Institute of Climate, describe a la Afp el impacto del calentamiento global en la región más fría del mundo.
–¿El calentamiento global actúa de la misma manera sobre los casquetes glaciares de Groenlandia y la Antártida?
–No. En la Antártida, 99 por ciento de la pérdida de volumen se produce cuando el hielo avanza hacia el océano. No hay prácticamente ningún derretimiento de hielo en la superficie, ya que hace demasiado frío. En Groenlandia, la mitad de la pérdida de volumen se debe al agua de hielo derretido que corre hasta el océano.
“En la Antártida o en Groenlandia, cuando el hielo va hacia el océano y se convierte en una plataforma glaciar (prolongación del hielo sobre el mar que queda unida al continente), entra en contacto con la superficie del agua. Incluso una décima de grado de diferencia de temperatura puede provocar un desequilibrio de la plataforma.
“El casquete glaciar de Groenlandia es mucho más pequeño que el de la Antártida –el equivalente a 7 metros de elevación sobre el nivel del mar, contra 55 metros– pero pierde más hielo. Esto se debe a que en la Antártida hace mucho más frío.”
–¿Qué sabemos de nuevo sobre el papel de la Antártida en lo referente al aumento del nivel de los océanos?
–Hace diez años, los modelos sobre la Antártida no preveían una pérdida importante de hielo durante este siglo. Incluso había debates sobre un posible aumento del volumen de hielo.
“Hoy en día, todos los modelos muestran pérdidas de hielo a un ritmo importante. El casquete glaciar del continente ha perdido 150 millones toneladas de hielo por año desde 2015, casi la totalidad en la Antártida occidental. Y esto se acelera.
Ya no quedan dudas. Los estudios existentes muestran que la Antártida occidental superó un punto de no retorno. Es inestable y va a liberar su hielo más frágil en el océano, un equivalente a más de tres metros de elevación del nivel del mar. Punto final.
–¿Cuál será la contribución de la Antártida al aumento del nivel del mar hasta el final del siglo XXI?
–Un estudio que hice con varios colegas en 2014 preveía un aumento de 50 centímetros del nivel de los océanos vinculado a la Antártida hasta 2100, cifra enorme. La última evaluación de los expertos de la ONU en clima (IPCC) decía 16 cm como máximo.
“En 2016, un importante estudio en la revista Nature planteaba una contribución mucho más importante, hasta de un metro. Fue muy criticado, y sus estimaciones podrían ser revisadas.”
–¿Y después de 2100?
–Nada se detendrá en 2100. Si se respeta el Acuerdo de París (por debajo de 2 grados Celsius respecto de la era preindustrial), el aumento del nivel del mar disminuirá pero no se detendrá. Si no se respeta ese acuerdo, el alza se acelerará al final del siglo.
–¿En cuánto tiempo desaparecerá el casquete glaciar de la Antártida Occidental?
–Creo que subestimamos el ritmo. Pero a pesar de todo serán necesarios siglos para liberar todo el hielo, incluso si ese proceso no se detiene.
–¿En qué punto tenemos que preocuparnos?
–Nadie debería tener miedo de morir por el aumento del nivel de los océanos. Pero si Nueva York se encuentra cinco metros debajo del nivel del mar, detrás de diques, no sé si la gente querrá seguir viviendo ahí.
El verdadero impacto será en lo que se perderá. Hong Kong es hoy en día un faro de la democracia en China, Nueva Orleans es un bastión cultural, Nueva York un centro cultural y de negocios. Hamburgo, Calcuta, Shanghái... Vamos a perder todas estas ciudades por el cambio climático si no reducimos las emisiones de dióxido de carbono.