En México el panorama que enfrentan las mujeres también es complicado en cuestiones de retiro, pues de acuerdo con especialistas, de no hacer cambios al Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), su pensión será entre 30 y 40 por ciento inferior respecto de la de los hombres.

De acuerdo con la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), de no aplicarse las reformas necesarias, sobre todo en lo que se refiere a la contribución obligatoria de los trabajadores, los mexicanos tendrán una pensión promedio de sólo 30 por ciento de su último sueldo.

Lo anterior significa, que un trabajador con un sueldo mensual de 10 mil pesos aspira a una pensión de 3 mil pesos; sin embargo, el de una mujer sería 30 por ciento inferior, es decir, de 2 mil 100 pesos y de sólo mil 800 si es 40 por ciento menor.

Bernardo González, presidente de la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore), explicó que este fenómeno se debe a que muchas mujeres, al momento de decidir tener hijos, llegan a salir del sistema por años, lo que se traduce en que tardan más en completar las semanas mínimas de cotización.

Las mujeres que trabajan y tienen hijos pierden semanas, cuando le hacen el mejor bien al país, el sistema debe reconocer esa nueva realidad y eso sólo se puede a través de una reforma donde se diseñen esquemas especiales para ellas, señaló el representante de las 10 Afore que operan en el sistema.

Para el especialista en pensiones Moisés Pérez Peñaloza el hecho de que las mujeres tendrán una menor pensión es una realidad debido a sus menores condiciones económicas, dado que por las mismas labores muchas veces ganan menos, lo que se refleja en menor condiciones económicas, y por tanto, ahorro más bajo.

Asimismo, señaló que otros factores que merman su pensión son el hecho de que viven más que los hombres y sus gastos en salud son mayores.

Según el estudio La privatización de las pensiones: tres décadas de fracasos, en algunos países de América Latina la tasa de desempleo de las mujeres es el doble que la de los hombres, y el salario promedio regional es 30 por ciento más bajo que el de sus compañeros, lo que provocará que tengan una menor pensión.

En el caso concreto de México, la Consar expone que los salarios de los cuentahabientes que cotizan en el Instituto Mexicano del Seguro Social tienen un comportamiento creciente y similar desde el inicio de su carrera laboral y hasta cerca de los 29 años.

Sin embargo, a partir de ese momento, comienzan a separarse y la brecha alcanza un máximo a los 47 años, cuando el salario de los hombres es, en promedio, 24 por ciento mayor respecto al de las mujeres.