A partir de enero se pagarán 1.2705 pesos por litro
Domingo 29 de septiembre de 2019, p. 18
La actualización del impuesto a los refrescos propuesta en el paquete fiscal 2020 no impactará dramáticamente el consumo; sin embargo, la desaceleración económica puede complicar la situación para esa industria, estimó KPMG.
Para la miscelánea fiscal del próximo año la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) propuso a la Cámara de Diputados actualizar la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (LIEPS), aplicable a la bebidas saborizadas con azúcares añadidos.
De tal forma que, en caso de ser aprobada la modificación, a partir del próximo primero de enero la cuota que pagan por la enajenación de ese tipo de bienes será de 1.2705 pesos por litro, monto que reconoce la inflación generada durante 2018, así como la estimada para 2019.
Pese al posible ajuste, Óscar Silva, líder de Global Strategy Group de la consultora en México, estimó que la medida puede afectar el consumo, pero no de manera dramática, aunque no descartó efectos adversos, pues 2020 será un año complicado para todas las industrias, incluyendo la refresquera.
Recordó que el gravamen a ese tipo de productos se aplica desde 2014 como parte de una estrategia del gobierno del país para desalentar el consumo de productos que causan obesidad y sobrepeso en la población mexicana.
Agregó que las empresas integrantes de la Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC) vieron una disminución en el consumo por esa causa, pero la industria se ha venido recuperando, pues de 2014 a 2018 el crecimiento anual ha sido de 2.09 por ciento.
De acuerdo con KPMG, el aumento de precios a causa del IEPS fue casi el doble de la inflación del país, pues la inflación promedio de 2014 a 2018 fue de 22 por ciento, mientras el alza de refrescos y bebidas no alcohólicas fue de 40.3 por ciento.
Para 2018, la industria cerró con un volumen de ventas de alrededor de 18 mil 903 millones de litros de refresco, que representa un incremento de 0.28 por ciento con respecto al año anterior.
Explicó que tras la aplicación del IEPS, las empresas han cambiado su portafolio de productos, lanzado nuevos con menos calorías y los hábitos de consumo han cambiado, pues los consumidores han migrado a ese tipo de bebidas, además de que compran presentaciones más grandes de los refrescos.
En ese sentido, dijo que el consumo de bebidas de cola no calóricas creció 26.10 por ciento el año pasado.
Agregó que ante la previsión de que el próximo sea un año difícil, no se vislumbra un gran impacto en el consumo privado, sobretodo en bienes inmediatos, pues los programas sociales del gobierno de México están ayudando al consumo, aunque la adquisición de bienes duraderos sí presenta un aletargamiento.
Insistió que pese a la aplicación del IEPS, la industria se ha podido mantener en niveles de consumo estables.
Aun así, destacó que es difícil prever qué va a pasar, porque el impacto inicial del gravamen ya se dio.
La industria refresquera en el país representa 1.8 por ciento del producto interno bruto y emplea a 131 mil personas de forma directa y genera trabajo para 1.6 millones de personas.