La propuesta de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para facilitar el pago del impuesto sobre la renta (ISR) a las personas que venden por catálogo no afectará a quienes se dedican a esa actividad e incluso beneficiará a las mismas empresas, indicó Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (Lacen) de la UNAM.

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador propuso en el paquete económico 2020 la inclusión del artículo 76-B, con el fin de contar con un esquema simplificado de tributación para que las empresas de ese ramo determinen y retengan el impuesto calculado sobre la diferencia entre el precio de venta sugerido y el precio de compra, aplicando la tarifa del ISR que corresponda a cada persona física.

El especialista dijo en entrevista con La Jornada que el impuesto no se aplica a los vendedores, sino a las empresas, como Avon, Amway, Jafra, Mary Kay, Natura, Stanhome y Tupperware, entre otras, pues tienen ingresos al año por 5 mil millones de pesos.

Indicó que de aprobarse dichas modificaciones a la Ley del ISR, las compañías pueden estar aportando al fisco alrededor de 2 mil millones de pesos.

Acotó que este tipo de medidas no van contra las personas que se dedican a la venta por catálogo, pues con estos cambios se puede obligar a que las compañías comiencen a pagar el seguro social a los vendedores, de los cuales al menos 74 por ciento son mujeres de acuerdo con la Asociación Mexicana de Ventas Directas (AMVD).

Las emprendedoras

Martínez Cortés indicó que por años las empresas se han beneficiado de las ventas por catalogo sin contribuir al fisco y sin pagar el seguro social de sus trabajadoras, pues no las identifican de esa forma, es decir, no las incluyen en la nómina.

Indicó que esto puede dar pie a que se modifique también la Ley del Seguro Social para que este tipo de personas puedan ser afiliadas al IMSS.

De acuerdo con la AMVD siete de cada 10 mujeres que venden por catálogo son amas de casa y 58 por ciento pertenece a un nivel socio económico medio-bajo.

La misma asociación reconoce que las personas físicas dedicadas a esta actividad no son empleados de las compañías que proveen los productos que distribuyen, pues los consideran emprendedores.

Al ser inquirido sobre si este tipo de medidas puede desincentivar a las empresas de ventas directas, el coordinador del Lacen sostuvo que esto no puede pasar, porque dado que se está entrando en la economía sostenible se pueden ver beneficiadas con mayores ventas de sus productos.

Explicó que la tendencia a dejar de utilizar plásticos desechables puede impactar en mayores ventas para esas compañías, porque sus productos estarían sustituyendo los empaques de un solo uso, ya que incrementaría el uso de recipientes para la entrega de comida.

La AMVD analiza la propuesta del Ejecutivo Federal para iniciar un diálogo con los legisladores y autoridades para explicar a detalle el modelo de venta directa y el impacto que tiene en un sector de la población.