Domingo 29 de septiembre de 2019, p. 24
La Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM) gestiona la libertad, con uso de brazalete, de mil internos, a fin de despresurizar los penales mexiquenses que tienen saturación de más del cien por ciento, pues los 22 reclusorios tienen capacidad para 13 mil reos, pero alojan a 29 mil, informó la titular de la dependencia, Maribel Cervantes Saavedra.
La propuesta fue presentada al Poder Judicial del estado para la población de enfermos mentales, de mayores de 65 años o internos que les falta por cumplir cuatro o menos años de sentencias, con lo cual, dijo, al menos mil internos podrían ser preliberados y la medida permitirá reducir en algo la cifra de población penitenciaria. La propuesta, apuntó, es analizada por el Poder Judicial mexiquense. Detalló que en la entidad hay penales con capacidad para cien reos, pero en los inmuebles hay más de 400.
Además, en los penales de máxima seguridad existen al menos 8 mil lugares disponibles, y la SSEM gestiona el envío de reos del fuero federal hacia esos lugares, añadió.
Los penales mexiquenses alojan alrededor de mil sentenciados por delitos federales, y se tienen listos 150 expedientes de igual número de presos para trasladarlos a esos reclusorios, explicó la funcionaria.
Cervantes Saavedra resumió que con las medidas tomadas y con la próxima apertura del penal ubicado en el municipio de Tenancingo, la construcción de dos reclusorios y 700 procesados en libertad con uso de brazaletes, se desahogarían 5 mil lugares en los penales.
Los reclusorios Neza-Bordo, en el municipio de Nezahualcóyotl; San Barrientos en Tlalnepantla y el de Chiconautla, en Ecatepec, son los más sobrepoblados del sistema carcelario mexiquense.
En ese contexto, la noche del viernes anterior se realizó el último traslado de 600 reos, previo al cierre del Penal del Topo Chico, ubicado al poniente de la ciudad de Monterrey, Nuevo León, hacia el Centro de Reinserción Social de Apodaca.
Desde el pasado jueves, el gobierno del estado comenzó un traslado masivo de internos, en preparación por el cierre definitivo del penal Topo Chico tras 76 años de funcionar. El predio se convertirá en un complejo de parque urbanos.
En febrero de 2016, el penal cobró notoriedad mundial por un motín en el que murieron 49 internos y decenas más resultaron heridos.