Miércoles 2 de octubre de 2019, p. 26
El gobierno de México ya discute con el Fondo Monetario Internacional (FMI) la renovación de la línea de crédito flexible que contrató desde la crisis de 2019, pero buscará una disminución marginal
respecto al monto vigente de 74 mil millones de dólares, ratificó el secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera.
Es un crédito que nunca se ha utilizado porque es una especie de chaleco contra balas, un auto blindado
o un seguro, aseveró al ser entrevistado en la celebración de los 60 años del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El año pasado, la comisión anual que tuvo que pagar el gobierno federal por el crédito ascendió a 210 millones de dólares, mientras que el acumulado que ha desembolsado en la década pasada por renovarlo suma 2 mil 285 millones de dólares, de acuerdo con los estados de cuenta del Banco de México (BdeM).
En torno a la caída en la recaudación fiscal registrada en agosto, el secretario afirmó que es reflejo de la desaceleración económica y que las medidas contracíclicas que se están aplicando son para cambiar la estructura tributaria en tres años, ya que actualmente sólo se recauda el equivalente a 13 o 13.5 por ciento del producto interno bruto.
Justificó que la disminución de 11.6 por ciento en la captación del impuesto al valor agregado fue por el pago de 540 mil millones de pesos por devoluciones de este mismo impuesto, pero correspondientes a años anteriores, así como el pago de facturas pendientes. Sostuvo que lo recaudado de este gravamen va en línea con lo planeado.
La lección más grande de la desaceleración es que se tienen que aplicar políticas contracíclicas eficientes y se tiene que reconocer que, a diferencia de otros países, no tenemos credibilidad por lo que se deben fondear recursos. Tenemos un fondo, pero lo tenemos que hacer contracíclico
, indicó Herrera en la Cumbre México organizado por The Economist.