En un breve homenaje a Miguel-León Portilla, el ‘‘hombre sabio, hermano de los pueblos y comunidades indígenas y divulgador de sus lenguas”, la Cámara de Diputados expresó que México ‘‘está de luto por la pérdida de tan magnífico maestro y ser humano”.

A nombre de la cámara, que rindió de pie un minuto de aplausos en memoria del historiador, Dolores Padierna Luna (Morena), presidenta en turno de la Mesa Directiva, manifestó las sentidas condolencias a familiares, amigos, colegas y a la comunidad académica a la que tanto aportó el también traductor de náhuatl, poeta y filósofo.

Padierna expresó ‘‘la más profunda consternación por el muy sensible fallecimiento de uno de los mexicanos más ilustres de nuestro tiempo contemporáneo”.

Citó que, dentro de la prolífica vida de la academia y la investigación, León-Portilla fue destacado historiador, filósofo, humanista, traductor, lingüista, antropólogo, etnólogo, estudioso y defensor de las culturas originarias, particularmente de la lengua náhuatl.

Gracias, hombre sabio

En representación de la bancada del Partido del Trabajo, Roselia Jiménez apuntó: ‘‘Muchas gracias hombre sabio, hermano Miguel de León-Portilla, hablante de lengua náhuatl. Descanse viejo en nuestro corazón de pueblos originarios.”

También, la presidenta de la Comisión de Asuntos Indígenas, Irma Juan Carlos (Morena) lamentó la pérdida: ‘‘Se ha ido un gran filósofo e historiador mexicano, reconocido como el principal experto en materia del pensamiento y literatura náhuatl. Las comunidades estamos de luto por esta lamentable y triste pérdida.”

La legisladora resaltó que León-Portilla fue defensor invaluable de los derechos indígenas y a que a él ‘‘le debemos que seamos visibles dentro de la pluriculturalidad, sintiéndonos orgullos de nuestras lenguas. Invito a que compartamos las cautivadoras palabras de este genial amante de México”.

Porfirio Muñoz Ledo sostuvo que León-Portilla fue un hombre vital y lúdico, porque disfrutó de secretos lingüísticos, y propuso que la cámara recoja su trabajo en una obra editorial, como ‘‘un homenaje de más largo aliento a su vida prolífica”.

La Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) lamentó hoy el fallecimiento del filósofo, historiador y humanista Miguel León-Portilla, sucedido ayer. El doctor honoris causa por la UAM en 2009 tuvo un estrecho vínculo con la institución, en especial como autor del lema Casa abierta al tiempo, que proviene de la frase en náhuatl In Calli Ixcahuicopa.

En junio de 2014 inauguró la biblioteca que lleva su nombre en la unidad Cuajimalpa y en noviembre de 2017 fue el encargado de iniciar el Ciclo de Conferencias Magistrales Metropolitanas convocado por la Rectoría General como primera actividad por los 45 años de esa institución.

La UAM indicó en un comunicado que ‘‘el fallecimiento del doctor Miguel León-Portilla representa una sensible pérdida para toda la comunidad universitaria de uno de los hombres con más trascendencia histórica en la institución. La Casa Abierta al Tiempo se une al dolor que embarga a sus familiares y amigos”.

La Universidad Iberoamericana (Uia) también manifestó sus condolencias. Silvia Schmelkes del Valle, vicerrectora académica de la institución, recordó que en 2002 León-Portilla fue investido doctor honoris causa en la Uia.

Afirmó que León-Portilla ‘‘es conciencia histórica de los pueblos mexicanos, buscador incansable de nuestras raíces, también espirituales y humanas. De nuestros antepasados indígenas, recoge sus cantos, sus mitos, su filosofía, su elaboración conceptual, su visión y su cosmovisión”.

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) se unió a la pena de los familiares y amigos del historiador Miguel León-Portilla, a quien se refirió como ‘‘gran intelectual católico, cuyos estudios y obras interdisciplinares nos han ayudado a comprender la cultura del México precolombino”.

Recordó que fue discípulo del sacerdote, misionero y canónigo de la Basílica de Guadalupe, Ángel María Garibay, y dijo que su vida es ejemplo a seguir para intelectuales, académicos, maestros, así como fieles clérigos, religiosos y laicos católicos. ‘‘Don Miguel supo mostrar al mundo la grandeza de nuestra identidad mexicana, en su conformación y vivencia actual”, destacó la jerarquía católica.