Viernes 4 de octubre de 2019, p. 37
A pesar de la crisis ambiental, en México no se observan políticas públicas y mucho menos el presupuesto mínimo necesario para hacer frente a estos graves problemas, entre los que están los incendios y las plagas forestales, el incremento de la sequía, inundaciones y otros fenómenos relacionados con el cambio climático, señalaron organizaciones forestales.
Advirtieron que se requiere elevar el presupuesto al sector ambiental a cuando menos 50 mil millones de pesos para 2020 –la propuesta del Proyecto del Presupuesto de Egresos para la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) es de alrededor de 28 mil millones de pesos–. Entre los firmantes están la Unión de Comunidades de la Sierra Juárez, el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible, la Comisión de la Cuenca del Río Atoyac y la Coordinadora Estatal de Productores de Café de Oaxaca.
Por pueblos originarios
Pidieron fortalecer el sector institucional ambiental, reconocer y garantizar los derechos de los pueblos originarios y afromexicano, orientados al manejo de su territorio. Confiaron en que la clase política, el gobierno federal y los legisladores tengan una altura ética y moral ante el desafío implícito en el proyecto de cambiar a México para convertirlo en un país responsable ante su ambiente natural
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En un pronunciamiento enviado a la Semarnat y al Congreso, 28 agrupaciones explicaron que han analizado el estado actual de la política ambiental en México, así como su prioridad en el proyecto del presupuesto para 2020.
Detallaron que entregaron a la Semarnat una propuesta para la elaboración del programa sectorial, en el que plantearon 10 temas fundamentales para el país, como el desarrollo rural sustentable; políticas públicas sobre las cadenas de valor forestal, agropecuarias y pesqueras; fortalecimiento de instituciones del sector ambiental; el reconocimiento, protección y garantía de los derechos de los pueblos originarios y afromexicano, y el fortalecimiento de los espacios de mediación de conflictos agrarios, ambientales y sociales de manera interinstitucional, intersectorial y transversal.
La propuesta es congruente con la agenda climática necesaria para México y con la agenda ambiental mundial que hoy se debate en todo el orbe, y que ha movilizado a millones de personas, sobre todo jóvenes y niños.