Al menos en los próximos cinco años, hasta 2024, se mantendrá una tendencia de recaudación por debajo de los gastos en la economía mexicana, advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI) en un nuevo reporte.

Estima también que no haya retorno de aquí a 2024 en la deuda neta mexicana; se cerraría 2019 en 45.6 por ciento del producto interno bruto (PIB) y se elevaría hasta 46.8 por ciento para 2024, cuando termine la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Como parte del Monitor Fiscal que difunde el organismo en el marco de las reuniones con el Banco Mundial, advierte a la par un incremento de 17.7 por ciento del PIB actual en gasto en pensiones y por separado en salud, de aquí al 2050. Prácticamente una quinta parte de lo que se gasta actualmente en dichos rubros. Previamente, en conferencia de prensa, durante la presentación del Reporte de estabilidad financiera mundial, Tobías Adriano, consejero de asuntos monetarios y financieros del organismo recalcó que el país debe seguir a la baja en el costo del dinero.

México, al ser un país dependiente de la entrada de flujos de capital en un entorno mundial de dificultades comerciales, debe buscar una política fiscal más incluyente, para promover el crecimiento, y una política monetaria laxa, que no descuide el control de la inflación.

Destacó que con dichas medidas, el país promovería la inclusión financiera para fortalecer el sistema financiero y después dar nueva fuerza y empuje a las reformas estructurales al promoverlas entre las empresas estatales.

El economista añadió que las tensiones entre China y Estados Unidos han desacelerado la producción de manufacturas en el mundo y México ha estado a la vanguardia de la guerra comercial, resultado de haber estado mucho expuesto al sector manufacturero y al comercio con Estados Unidos.

De acuerdo con estimaciones preliminares la deuda mundial en 2018 representa 226 por ciento del PIB, un aumento de un punto frente a los datos de un año atrás, cuando llegó a 225 por ciento.