La Paz. El presidente de Bolivia, Evo Morales, alertó que sectores de oposición preparan un golpe de Estado para esta semana, mientras un grupo civil aliado de Carlos Mesa, rival del mandatario, propuso anular los comicios, en medio de una escalada de las protestas.

Distintos sectores sociales (...) se preparan para hacer golpe de Estado la próxima (esta) semana, dijo Morales, en el gobierno desde 2006, ante seguidores en una localidad rural de Cochabamba (centro)Y agregó con ironía: ¡Que están diciendo: del martes no debe pasar, no debe pasar de esta semana. Fuera Evo Morales!. Su ministro de Gobierno, Carlos Romero, explicó luego en la televisión estatal que la oposición está llamando a la gente a confrontar (...) para tomar las instituciones públicas, para desalojar al gobier-no. Eso es una convocatoria al golpe de Estado.

Romero dijo que antes las intentonas eran con militares, ahora son institucionales, al citar los casos de Dilma Rousseff, en Brasil, o de Fernando Lugo, en Paraguay. Como la oposición no controla instituciones, han elegido la confrontación racial, la violencia para desestabilizar, manifestó.

Morales, quien logró un cuarto mandato en primera vuelta en las elecciones del pasado día 20, propuso abrir el proceso electoral a una auditoría encabezada por la Organización de Estados Americanos (OEA), la Organización de las Naciones Unidas y la Unión Europea, organismos que han recomendado una segunda vuelta.

Romero dijo que que se espera tener listo en los próximos días un acuerdo con la OEA para realizar una auditoría a las elecciones. Dijo: hay que definir el cronograma, la metodología de la auditoría y en tanto, volver a la normalidad; añadió: Si se demuestra que hay fraude, adelante, segunda vuelta, pero que se demuestre de manera objetiva.

En Washington, el secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo el domingo que su país estaba profundamente preocupado por las irregularidades en el conteo de votos de los comicios. Hasta ahora Venezuela, Cuba y México han felicitado al líder izquierdista por su relección, mientras la Unión Europea y algunos de países de la región –como Brasil, Argentina y Colombia– lo han exhortado a una segunda vuelta con el ex presidente Carlos Mesa.

Mientras, una influyente plataforma que articula los comités cívicos regionales, el Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade), que respalda al aspirante opositor Carlos Mesa, planteó que la realidad del fraude electoral, que no han demostrado, exige la anulación de las elecciones, además de la formación de un nuevo tribunal electoral, esta vez imparcial.

En medio de un aumento de la tensión en varias ciudades, especialmente en Santa Cruz (este), región motora del desarrollo nacional, el líder del comité cívico regional (derecha), Luis Fernando Camacho llamó a no claudicar en las protestas.

A las movilizaciones locales se unieron bolivianos residentes en España, Argentina, Perú y Estados Unidos, donde reapareció el ex ministro de Interior Carlos Sánchez Berzaín, quien huyó del país en 2003 tras caer el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada, después de una represión a una rebelión popular que concluyó con más de 60 muertos civiles y unos 500 heridos.

Según el ministro Romero, Sánchez Berzaín ha participado protagónicamente en el diseño estratégico de este esquema conspirativo en curso.